Los mercados no tienen bastante con las reformas laborales llevadas a cabo en España ni con los restrictivos presupuestos que este lunes se presentaron ante la UE y que esta estudia con detenimiento.
Este miércoles el Tesoro Público español ha colocado 2.589 millones de euros en tres emisiones de bonos con vencimientos a tres, cuatro y ocho años, a un interés que desde hace tiempo no se manejaba. La prima de riesgo se ha disparado a 370 puntos básicos, el máximo desde noviembre.
En la rueda de prensa que el presidente del BCE da cada mes, Mario Draghi, ha dicho que eso no es una prueba de la fragilidad del mercado «sino de que (este) espera reformas y pide a los gobiernos que las apliquen», aunque se ha negado a comentar el caso específico español.
Ha añadido que en países como Grecia y España, que presentan las mayores tasas de paro de la eurozona, el crecimiento económico debe venir de la oferta. Ha recordado el elevado desempleo juvenil en ambos países y ha instado a que se apliquen las reformas de una forma más «equitativa» de manera que protejan más a los jóvenes. Ha afirmado que el modelo social europeo es «insostenible» y que se debe revisar.
Ante las críticas a las dos inyecciones de liquidez que el BCE ha hecho a los bancos, Draghi descarta que algunos se hayan vuelto adictos a ese dinero fácil. Ha admitido que las perspectivas económicas de la eurozona están sujetas a riesgos bajistas y ha subrayado que con el desempleo en máximos y con la inflación presionando no se puede hablar de salida de la crisis.
Ha recordado a los gobiernos la importancia de cumplir el pacto de Estabilidad y Crecimiento.