Internet no es tan malo para los menores como nos lo han pintado. Al menos, eso es lo que viene a decir una encuesta realizada a 25.000 chicos y chicas de 9 a16 años, y a alguno de sus padres, en 25 países europeos por la red de investigación EU Kids Online. La red aparece como una importante herramienta de conocimiento y comunicación y sólo en pequeños porcentajes los riesgos tienen consecuencias negativas. Ahí está el papel de los padres.
La gran mayoría de los menores europeos usa la red para realizar tareas escolares, jugar o comunicarse con sus amigos. Un 14% confiesa haber accedido a contenidos sexuales, un 6% afirma haber sido víctima de acoso y el 30% ha tenido encuentros con personas desconocidas. Sin embargo, en la mayoría de los casos, los chicos confirman que no se han visto afectados o disgustados. Los casos de bullying son los menos frecuentes, pero con los que más sufren. Los mayores problemas en este sentido se detectan en los países nórdicos y Rumania.
En el estudio, financiado por el programa de la Comisión Europea Safer Internet Programme, ha participado la Universidad del País Vasco, cuyos investigadores han constatado que los datos referidos a España dan una media inferior a la europea en los supuestos más negativos. El profesor Miguel Ángel Casado ha dicho en la presentación del informe, este lunes en Madrid, que «internet es un reflejo de la vida real, en la que los peligros existen, pero también es una fuente de oportunidades. Corresponde a los padres y educadores encauzar hacia el lado positivo y dotar a los menores de las herramientas para que se protejan de los riesgos».
El desconocimiento de los padres de las nuevas tecnologías y de la actividad de sus hijos es el principal problema. El 67% de los padres cuyos hijos o hijas han recibido mensajes de tipo sexual; el 61% de los que han recibido mensajes de acoso a través de Internet y el 51% de los que han accedido a contenidos sexuales desconocían estos hechos.
El informe constata también que cada vez disminuye más la edad en la que internet pasa a ser una actividad importante entre los menores y ya ahora comienza a los 9 años o, en países como Suecia o Dinamarca, a los 7.
A medida que crecen, crece también su participación en redes sociales. Casi el 60 % tiene un perfil en Facebook o Tuenti, aunque las cifras varían desde el 80% en Holanda, el 56% en España o el 46% en Rumania. Los investigadores llaman la atención sobre la poca habilidad de los chicos y de sus padres para saber cambiar la configuración de su perfil, de modo que se garantice su privacidad en las redes sociales.
Todos estos datos van a servir para que las instituciones europeas realicen campañas de asesoramiento a los padres y educadores para que se impliquen más en la relación de sus hijos o alumnos con Internet y para que se minimicen los riesgos también en las políticas comunitarias.