Crece el interés de los países occidentales por colaborar con el pueblo kurdo. Al compromiso de Francia, Italia y Gran Bretaña de enviar armas para apoyar su lucha contra los yihadistas aprobado la semana pasada a la que se suma una macro operación de la Agencia para los Refugiados de las Naciones Unidas para llevar suministros a más de medio millón de personas desplazadas por los combates en el norte de Irak. También la UE hará un nuevo envío de ayuda humanitaria. Por el momento, la financiación europea para Irak asciende a 17 millones de euros en 2014.
El envío aéreo de tiendas de campaña y otros bienes empezará el próximo martes en Arbil (Irak), desde Aqaba (Jordania), a lo que seguirá un convoy terrestre desde Turquía y Jordania y uno marítimo desde Dubai a través de Irán durante los próximos diez días, ha dicho el portavoz de ACNUR Adrian Edwards.
«Este es un impulso a las ayudas muy, muy significativo y ciertamente uno de los mayores que puedo recordar en un tiempo», ha dicho Edwards a los medios en Ginebra. «Esta es la mayor crisis humanitaria y el mayor desastre. Continúa afectando a mucha gente».
En lo que respecta a la ayuda europea, tres Estados europeos han confirmado su apoyo al país. El Reino Unido ha enviado equipos de cocina para los iraquíes desplazados, mientras que Suecia e Italia han proporcionado tiendas de campaña, mantas y otro tipo de asistencia en especie.
Varios Estados miembros están listos para desplegar expertos humanitarios que apoyen las operaciones de socorro inmediato de las Naciones Unidas sobre el terreno.
La Comisión Europea está coordinando la ayuda a través del Centro de Cooperación Europea de Reacción Urgente junto con el Mecanismo de Protección Civil de la UE.
La Comisaria de Cooperación Internacional y Ayuda Humanitaria, Kristalina Georgieva, está en Irak junto al ministro sueco de Asuntos Exteriores, Carl Bildt, para comprobar de primera mano la situación, evaluar las necesidades humanitarias y elaborar una respuesta.
También se reunirán con organizaciones humanitarias, representantes de las autoridades nacionales y regionales, así como líderes comunitarios de todos los credos.
El oro líquido de los kurdos
El Kurdistán iraquí es una zona de importantes reservas petroleras, que ha hecho que la región haya crecido económicamente de forma rápida.
Un elemento clave para entender por qué Estados Unidos y el resto de la comunidad internacional está prestando apoyos a los kurdos, es que ellos están haciendo lo que Washington considera importante pero se niega a hacer por cuenta propia: combatir en el terreno a los islamistas.
El pueblo kurdo resulta estratégico para frenar al grupo yihadista, ya que sus fuerzas se han mostrado más eficientes que el ejército iraquí a la hora de repeler al 'Estado Islámico'.
Crisis humanitaria nivel 3
La crisis humanitaria evoluciona rápidamente, con movimientos de población entre las provincias afectadas por el conflicto, Ninewah, Salah Al-Din, Diyala, Al Anbar y Bagdad, provocando el desplazamiento de miles de personas en toda la región kurda de Irak.
Irak tiene en estos momentos una de las mayores poblaciones de desplazados internos en el mundo, según estimaciones de la ONU, con hasta 1,2 millones de personas que se han desplazado en 2014, sumándose a los más de 1,1 millones de personas ya desplazadas de años anteriores.
Las Naciones Unidas declararon la semana pasada esta crisis, emergencia «nivel tres», la clasificación más alta para una crisis humanitaria. El mismo nivel de las situaciones en Siria, Sudán del Sur y la República Centroafricana.
La seguridad está marcada por la violencia, con ataques, amenazas y un rápido agotamiento de los artículos de primera necesidad y la interrupción de los servicios básicos como resultado del continuo desplazamiento de miles de personas.
Muchas áreas en Irak siguen siendo inaccesibles para organizaciones internacionales, lo que dificulta el seguimiento de las necesidades y la prestación de ayuda humanitaria a los grupos más vulnerables.
Intervención militar estadounidense
En lo que refiere al conflicto, hoy el papa Francisco en su viaje de regreso a Italia desde Corea del Sur, afirmaba que es legítimo emplear mecanismos para frenar al enemigo cuando éste es injusto, justificando así una intervención militar en el país de Oriente Medio para frenar al Estado Islámico.
El pontífice se refería a la intervención de los EE.UU en Irak y ha matizado que no debe ser una única nación la que decida cómo se actúa, haciendo de esta forma un llamamiento al resto de la comunidad internacional para frenar a los 'islamistas'.
Sin embargo, el máximo mandatario de la Iglesia católica ha asegurado que sus declaraciones no son «una luz verde para que se produzcan bombardeos».
«Subrayo el verbo frenar. No estoy diciendo bombardear o hacer la guerra, sino frenarlo. Los medios para frenarlos deben ser evaluados», ha señalado el Papa. «Una única nación no puede juzgar cómo se puede frenar a un agresor injusto», ha concluido.
Desde EE.UU, Barack Obama, aplaudía ayer que las fuerzas federales iraquíes y los kurdos hubieran arrebatado a los yihadistas el control de la mayor represa de Irak, al norte de Mosul.
Obama advirtió no obstante a Bagdad de que «el lobo está en la puerta», por lo que debe formarse rápidamente un gobierno inclusivo que no haga sentirse marginada del poder a ninguna comunidad.
El presidente estadounidense prometió que las fuerzas federales iraquíes y kurdas «seguirán contando con el apoyo fuerte de EEUU» en su lucha contra el Estado Islámico. De esta forma, dio a entender que la campaña aérea del ejército más poderoso del mundo en Irak, iniciada hace diez días, está lejos de haber terminado.
Una batalla étnica y religiosa constante
El pueblo kurdo fue obligado a huir del país y convertirse en refugiado en las regiones fronterizas de Irán y Turquía tras su levantamiento contra Sadam Hussein en 1991.
Después de la creación de la zona de prohibición de vuelos tras la primera guerra del Golfo en 1991 se creó una región autónoma que siempre ha soñado con la independencia. Tras la ratificación de la nueva constitución iraquí en 2005, el Kurdistán iraquí es una entidad federativa reconocida por Irak y por las Naciones Unidas que ha mantenido la estabilidad y la calma en medio de un avispero .
Tras la caída del dictador Saddam Hussein en 2003 y la posterior salida de las tropas estadounidenses del territorio iraquí, el gobierno ha estado encabezado por el primer ministro Nuri al Maliki, quien ha recibido críticas por sus políticas sectarias a favor de los chiitas, dejando de lado a las comunidades sunitas y kurdas, cohabitantes en Irak.
Ante el descontento y sumando diferencias históricas, el grupo extremista conocido como el Estado Islámico en Iraq y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés) ha puesto en jaque al gobierno iraquí tomando el control de regiones estratégicas del norte iraquí –Mosul, Anbar, Tal Afar, Banji, entre otras- y apuntar hacia su principal objetivo, la capital Bagdad, y así cumplir su objetivo: establecer un Estado islámico, que se extienda desde Iraq hasta Siria.
Esto ha provocado constantes enfrentamientos entre ISIS –rama de al Qaeda formada en su mayoría por sunitas radicales- y el Ejército iraquí, que tratan de frenar su avance. En medio quedan los kurdos, que también pelean contra ISIS pero para proteger su territorio, el Kurdistán iraquí, ubicado al noreste.
En Iraq hay alrededor de cuatro millones de kurdos. No tienen un interés religioso, sino que históricamente buscan su independencia y la conformación de un Estado, el Kurdistán, que abarca regiones de Iraq, Turquía, Irán, Siria y Armenia.