Se ha reunido en París la CICAA, Conferencia para la Conservación del Atún Atlántico que ha concluido con un muy escaso 4% anual de reducción de capturas.

Durante los diez días de debate la Comisión Europea tuvo que abandonar su proyecto de recortar en un 50% las cuotas de pesca ante la presión de Francia, España e Italia que son los países con mayor flota atunera en Europa. La comisaria de pesca, María Damanaki, considera en un comunicado que la decisión adoptada es «un paso en la dirección correcta para la gestión sostenible» y añade que es «una buena medida para la pesca a nivel mundial y para la UE en su conjunto». Una forma diplomática de no querer asumir el fracaso.

Por su parte las asociaciones ecologistas habían pedido una reducción de capturas de 6.000 toneladas. El acuerdo prevé una ligera redistribución de las cuotas entre los países pescadores, en especial entre Argelia, Libia, Turquía y Egipto, la parte que corresponde a Francia, España e Italia, se mantiene en un 56% del total.

El recorte del 4% anual de las capturas en 2011, significa que las 13.500 toneladas que se pescan en la actualidad pasarán a 12.900 toneladas. Para Sergi Tudela responsable de pesca de WWF «la avaricia y la falta de gestión se han impuesto de nuevo». Según esta organización, investigaciones recientes han demostrado que la pesca ilegal de esta especie se sigue produciendo «de manera generalizada» y el recorte en la cuota no servirá para la recuperación del atún que va a suponer en la práctica solamente un 30%. Para, Oliver Knowlwes de Greenpeace, «La palabra conservación debería retirarse del nombre de la CICAA».

Según algunos expertos, la legislación europea establece que para 2020 debe de haber una sustancial recuperación de las especies marinas y esto se contradice claramente con la decision que se ha tomado en la conferencia donde priman los intereses de la gastronomía japonesa.

La CICAA ha tomado otras decisiones, como la protecciónde media docena de especies de tiburón, entre ellas el tiburón martillo víctima de la sobrepesca.

Los tiburones están a la cabeza de la cadena alimentaria marina, pero su supervivencia peligra porque están sobreexplotados, se reproducen en pqueñas cantidades y crecen lentamente. También los pescadores estarán obligados a partir de ahora a retirar los anzuelos y las redes de las tortugas capturadas accidentalmente antes de devolverlas al mar.