Ha habido protestas, una vez más, en toda Italia; pero este sábado caras conocidas y prestigiosas del mundo de la cultura han puesto su presencia y su voz para pedir la dimisión del primer ministro, Silvio Berlusconi.
Nueve mil personas han llenado el centro PalaSharp, de Milán, para escuchar al escritor e intelectual Umberto Eco decir que «estamos aquí para salvar el honor de Italia». No había banderas, ni símbolos políticos en el acto organizado por la asociación Libertad y Justicia, sólo la frase: «Dimite. Por una Italia libre y justa».
Roberto Saviano, autor de la polémica novela Gomorra, en la que describe el mundo de la mafia napolitana, pidió a los asistentes que reaccionen «porque hay una Italia que tiene el derecho y el deber de hacerse ver y elevar su voz. Una Italia que cree en las normas y en la legalidad.» Pero también reconoció que «todo aquel que se expone criticando al Gobierno sabe que pagará un precio en términos de fango y de difamación». Saviano dijo que el primer ministro padece «una obsesión sexual senil, paga a chicas menores, miente al Estado y huye de los tribunales».
En Florencia, unas tres mil personas se han manifestado bajo el lema Italia no es burdel. Este domingo hay convocadas nuevas marchas contra Berlusconi.