Los indignados son una señal de la necesidad de cambiar el sistema global de gobierno

El presidente de la Asamblea general de la ONU, Joseph Deiss, está convencido de que el movimiento de los indignados es una señal más de que es necesario transformar el sistema global de gobierno para que esté mas abierto a las demandas sociales. Una diferente forma de gobierno que responda a la falta de trabajo de los jóvenes preparados y que permita el acceso a la educación a los 67 millones de niños que hay en el mundo que ni siquiera pueden ir a la escuela primaria.

una escuela en Somalia, una niña vuelve la cabeza hacia la cámara
Somalia/Foto:ECOSOC

«En muchos países, los jóvenes, incluso con estudios están en el paro y se indignan» ha dicho Joseph Deiss, que se pregunta«¿Como nos aseguramos de que la educación se traduce en integración en el mercado laboral?». Deiss, cree que la respuesta está en una transformación del gobierno económico global que posibilite el equilibrio entre un mundo más sostenible y el crecimiento económico.

Se celebra en Ginebra la reunión anual del ECOSOC, el órgano de la ONU para la supervisión de las cuestiones económicas y sociales que este año está dedicada al derecho a la enseñanza. Según el informe «La crisis oculta: Conflictos Armados y Educación», el número de niños que no están escolarizados en el mundo disminuye de una forma muy lenta. Entre 1999 y 2008 unos 52 millones de niños suplementarios han podido acudir a la escuela primaria, pero más de 67 millones siguen sin poder acceder a ese derecho.

Entre los factores principales que según la ONU impedirán alcanzar los Objetivos del Milenio sobre el derecho a la instrucción están el hambre, que daña el desarrollo cognitivo, y la desigualdad de género que impide a las niñas ir a la escuela y las condena al analfabetismo. Otro de los problemas es la crisis financiera que ha hecho que 18 países de entre los más pobres hayan recortado los gastos en educación y que los países donantes no hayan enviado el dinero que prometieron.