En esta primera sesión han intervenido numerosos expertos de los países de la cuenca mediterránea, se han expuesto los grandes retos que afrontan las diferentes naciones para responder a una demanda creciente y preservar el medio ambiente. Asimismo, se han valorado las herramientas y oportunidades que existen para una mejor planificación y administración de los recursos.
La gestión del agua en España
En su intervención Juan José Moragues, Presidente de la confederación Hidrográfica del Júcar, ha presentado brevemente el modelo de gestión español que tiende a la integración de todos los recursos en un sistema modernizado. También ha enfatizado que la administración del agua en España se basa en una distribución autonómica que no corresponde necesariamente a las delimitaciones de las cuencas hidrográficas. Por eso, el intercambio de información y de recursos es continuo y se produce dentro de un marco legal importante que abarca todos los procesos y vela por el buen estado de las masas de agua. Dentro de ese marco legal puede destacarse el convenio de Albufeira (firmado en 98) que delimita la gestión de los ríos fronterizos con Portugal o Francia.
Por su lado, Mario Urrea, jefe de la oficina de Planificación de la Confederación Hidrográfica del Segura, ha descrito la realidad de una cuenca deficitaria en la cual la demanda supera los recursos disponibles. La cuenca del Segura es una zona relativamente pequeña en la que residen más de dos millones de habitantes y su fuerte vocación agrícola la hace depender de las infraestructuras de intercambio. Las situaciones de escasez que afronta con frecuencia desde los años ochenta han obligado a declarar el estado de emergencia en los últimos cuatro años. Recientemente, la desalinización y reutilización del agua han permitido evitar grandes restricciones y mejorar la oferta.
Los grandes desafíos de la región euro-mediterránea
Ante el crecimiento de la población y de la demanda, la necesidad de encontrar herramientas para la implementación de estrategias convergentes es uno de los principales retos. El responsable francés de Desarrollo Territorial de la misión Unión por el Mediterráneo, Gilles Pennequin, ha destacado la elevada presión que existirá en los próximos años en la zona con el desarrollo de la industria y la agricultura. Las poblaciones crecientes de ciertos países y la intensificada actividad económica obligará a los gobiernos a ponerse de acuerdo y planificar conjuntamente sus estrategias para el correcto suministro de agua.
En su intervención, Jeannette Prétot, presidenta libano-francesa de la organización Ambassade de l´eau (Embajada del agua), ha destacado el aspecto humano y la necesidad de desarrollar sistemas que fomenten la paz y la concordia. «Es necesario desarrollar un sistema que evite la confrontación entre regiones y tenga en consideración todos los aspectos, tanto la población humana como el medio ambiente». Johari Gautier Carmona para euroXpress