Von der Leyen ha hecho estas declaraciones al semanario alemán Der Spiegel que se publica este lunes. «Mi meta son los Estados Unidos de Europa siguiendo el ejemplo de otros estados federales como Suiza, Alemania o EE.UU». La ministra alemana de Trabajo advierte contra una marcha atrás en la UE a la vista de las diferencias económicas entre sus socios y ve el riesgo de que «se formen distintas alianzas en Europa con los consiguientes peligros para el mercado interior común y la cooperación política».
Por eso, la ministra alemana cree que la unión política europea permitiría unificar definitivamente las políticas financiera, impositiva y económica y así «aprovechar las ventajas de la grandeza de Europa», porque opina que la moneda común no es suficiente para hacer frente a la competencia global.
Su propuesta de huida hacia adelante quiere encontrar sentido tras las dificultades para hacer efectivo el segundo rescate de Grecia. La propia Von der Leyen ha respaldado las exigencias de Finlandia para que los países que acudan al fondo de rescate avalen los créditos con sus reservas de oro. «No queremos volver a vivir que cada par de años nuevos gobiernos piensen que la fiesta puede volver a empezar».
La titular alemana de Trabajo sabe que se encuentra sola en su discurso entre sus compañeros del gobierno alemán, pero asegura que «mi iniciativa es seria, aunque complicada de aplicar». Sea por sinceridad política o por oportunismo en la necesidad de hacerse un hueco en la sucesión de la canciller Angela Merkel, la propuesta reabre un debate que no es nuevo. Víctor Hugo habló de los Estados Unidos de Europa y Winston Churchill citó el término en 1946.
La interminable crisis financiera ha resucitado ahora la idea en otros políticos. Esta misma semana el presidente rumano, Traian Bacescu, postulaba la unión política europea para «seguir siendo una potencia económica y militar». Una voz respetada, como la de la exministra austriaca de Exteriores y excomisaria europea Benita Ferrero-Waldner, «se cuestiona si fue un error hacer una unión monetaria sin una unión política: creo que al final tendría que haber una Europa como Estados Unidos, unos Estados Unidos de Europa, un estado federal. Muchos dirán que es una utopía porque ni en confederación trabajamos bien a veces, pero cada vez lo veo más necesario».