El informe Todos Juntos ¿Por qué reducir la desigualdad nos beneficia?, habla de pobreza y de paro. En España «La desigualdad de los ingresos netos disminuyó desde mediados de los años 80, pero ha aumentado fuertemente entre 2007 y 2011, aunque ha experimentado un cierto retroceso en 2012»
En esos años los salarios en los hogares más pobres sufrieron una caída anual del 13%, mientras que en las casas de los más ricos solo bajó un 1,4%. La organización explica esta situación por la importante pérdida de empleo que se ha producido. En el total de 34 países, España aparece en vigésimo cuarta posición.
Mejorar la calidad de los empleos y reducir las diferencias entre hombres y mujeres es esencial para hacer frente a la cada vez mayor desigualdad
El informe de la OCDE muestra que la riqueza se está concentrando aún más en los que tienen más dinero, lo que agrava la desventaja global de los hogares de bajos ingresos. En 2012, el 40% poseía sólo el 3% de la riqueza total de los hogares en los 18 países de la OCDE con datos comparables.
«Hemos llegado a un punto de inflexión. La desigualdad se encuentra en su nivel más alto desde que comenzaron los registros «, ha dicho el Secretario General de la OCDE, Ángel Gurría, en la presentación del informe en París junto a la comisaria europea de Empleo y Asuntos Sociales Marianne Thyssen.
«La evidencia muestra que mucha desigualdad es mala para el crecimiento. (...) Al no abordar la desigualdad, los gobiernos están dañando el tejido social de sus países y perjudicando su crecimiento económico a largo plazo», ha añadido Gurría.
El informe pone de relieve la necesidad de abordar las condiciones de trabajo. Aumenta la cantidad de personas que trabajan a tiempo parcial, o que tienen contratos temporales. Entre 1995 y 2013, más del 50 por ciento de todos los puestos de trabajo que se crearon en los países de la OCDE pertenecían a estas categorías. Los trabajadores temporales poco cualificados, tienen ingresos mucho más bajos e inestables que los trabajadores permanentes.
Los más afectados han sido los jóvenes: el 40% tiene un trabajo irregular y aproximadamente la mitad de todos los trabajadores temporales son menores de 30 años. También tienen menos posibilidades de pasar de un trabajo temporal a uno indefinido estable.
Otra lección clave del informe es que aún queda mucho por hacer para reducir la brecha de género. El aumento en el número de mujeres que trabaja ha evitado que la desigualdad fuera todavía mayor, a pesar de que tienen un 16% menos de posibilidades de obtener un trabajo remunerado y de ganar alrededor de un 15% menos que los hombres. Si la proporción de hogares con mujeres que trabajan hubiera sido la de hace 20 o 25 años, la desigualdad en los ingresos habría aumentado una media de casi 1 punto del índice Gini.
La desigualdad es más alta en Chile, México, Turquía, Estados Unidos e Israel y la más baja en Dinamarca, Eslovenia, Eslovaquia y Noruega. Es aún mayor en las principales economías emergentes, aunque ha caído en algunos países entre los que se encuentra Brasil.
¿Qué deben hacer los gobiernos?
La OCDE dice que los gobiernos deben: promover la igualdad de género en el empleo; ampliar el acceso a mejores puestos de trabajo; y fomentar una mayor inversión en educación y formación profesional durante la vida laboral.
La redistribución a través de impuestos y transferencias es también una forma eficaz de reducir la desigualdad. En las últimas décadas, la eficacia de los mecanismos de redistribución se ha debilitado en muchos países. Para hacer frente a esto, las políticas deben garantizar que los individuos más ricos, y las empresas multinacionales, paguen su parte de la carga fiscal.
La OCDE ha puesto en marcha una nueva herramienta web interactiva, comparar sus ingresos. Permite a los usuarios de diferentes países de la OCDE comparar las percepciones y realidades, examinando cuál es su lugar en la distribución del ingreso de su país.