La economía y la risa no van unidos, o al menos es lo que deben pensar las más de 30.000 personas de 15 nacionalidades que han participado en una encuesta publicada por el portal de relaciones personales Badoo.com. A mal tiempo buena cara, los españoles han sido elegidos «la nacionalidad más divertida, o la que más hace reír a la gente» en Europa, seguidos de nuestros vecinos franceses e italianos. Solo nos gana EEUU en el plano mundial, donde las series de tv, según los encuestados, ayudan y mucho para que éstos sean considerados los más risueños del planeta. Sin tele, España coparía el primer puesto de este peculiar ranking.
Otras nacionalidades europeas también se han llevado su premio, aunque quizá menos deseado. Si en España estamos en crisis económica y pese a todo nos sabemos divertir, el gran motor europeo, Alemania, con bajas tasas de paro y una economía sin apenas problemas, ha sido coronado como la nacionalidad más sosa de Europa. Detrás de ella, dos nacionalidades con parte europea, Rusia y Turquía que, parece, no son muy dados a sonreír ni ser el alma de la fiesta. El humor british, tan irónico y sofisticado, no es tan gracioso como sus habitantes piensan. Según la encuesta, estarían por debajo de España, Francia, Italia y de otros dos países Brasil y México.
Los más en tolerancia, fidelidad, satisfacción familiar y cuidado personal
Pero si de encuestas hablamos, los españoles también copamos varios primeros puestos en otras «categorías» a nivel europeo. Por ejemplo, los estudiantes universitarios españoles son, tras los suecos, los que manifiestan un nivel de aceptación más alto del matrimonio entre homosexuales, la adopción de niños por éstos y la eutanasia, según un estudio de la Fundación BBVA efectuado también en Alemania, Francia, Reino Unido e Italia. También somos los más felices en nuestra vida familiar. El 90 por ciento de los españoles se muestran muy satisfechos, tres puntos por encima de lo que marca la media europea. No sucede lo mismo cuando son preguntados por su vida profesional el porcentaje se reduce hasta el sesenta por ciento –en este caso, la más baja–, según una encuesta realizada a más de 2.500 internautas de países como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Polonia y Suiza, además de España.
En concreto, en el plano afectivo, los españoles son «los más felices de Europa» con su vida familiar y, además, dicen estar algo más contentos con su vida amorosa que la media (un 77 y un 72 por ciento respectivamente), frente a los alemanes y británicos, que se encuentran en el punto más bajo de la escala. Los españoles también se declaran encantados con su vida social (78 por ciento).
Según otra encuesta, que no le haría nada de gracia a la Ministra de Cultura, los españoles son también los más favorables a las descargas de películas, música y programas informáticos de internet sin pagar, con una aceptación del entorno de 7,5 puntos sobre 10. Y somos también los más fieles con nuestros comercios de toda la vida. Uno de cada cuatro consumidores dijo comprar siempre en el mismo sitio, seguidos de cerca por italianos con un 20%, y franceses e ingleses con un 17% y 13% respectivamente. Alemania demostró ser el país menos fiel sólo un 6% de usuarios.
Como no podría ser de otra manera somos los más sanos de Europa. Seguimos teniendo en cuenta importantes factores como la protección del sol o una alimentación sana gracias al uso que hacemos de nuestra dieta mediterránea. El 56% de los españoles afirma tener mucho cuidado con la protección solar, versus nuestros vecinos europeos, que se consideran "moderadamente cuidadosos" en un 46% y con un 47% somos los que practicamos una dieta más equilibrada. Además, el 53% de los españoles encuestados considera que realiza más actividades físicas durante las vacaciones y el 86% mantiene unos hábitos alimenticios sanos o moderadamente saludables.
Los que más atascos sufrimos, más pesimistas y tacaños y menos ahorradores
Pero no todo en estas encuestas nos deja en un buen puesto. Somos los únicos trabajadores europeos, junto con los británicos, que han perdido poder adquisitivo tras registrar un incremento salarial del 1,7% el pasado año, según datos del Estudio General de Compensación Total 2010 elaborado por la consultora Mercer. Nuestro vecino Portugal es el segundo país europeo donde el incremento salarial es el más bajo de Europa.
También somos los que más atascos sufrimos en carretera. Uno de cada cinco conductores españoles asegura que llega tarde, al menos una vez a la semana, por culpa del tráfico, una cifra superior a la de los conductores alemanes (12%), así como a la de los holandeses y franceses (13%).
Otro estudio realizado por ING entre más de 5.000 consumidores de diez países (España, EEUU, México, Holanda, Rumanía, Polonia, Bélgica, La India, Corea y Japón) revela que los peores ahorradores en el mundo son los estadounidenses, ya que prácticamente la mitad de la población (el 48%) no tiene ningún ahorro. En Europa, el récord negativo lo tienen los rumanos, pero inmediatamente detrás se sitúan los españoles. Y esto, a pesar de que el 80% de los encuestados cuando se le pide qué consejo financiero consideran más útil contesta: «No te gastes el dinero que no tienes». Los españoles tampoco son previsores a la hora de pensar en el futuro. Sólo el 44% ahorra para la jubilación y, no obstante, más de la mitad cree que en la edad del retiro disfrutará de mejores condiciones económicas de la que tienen sus padres. Eso si destacamos a la hora de pagar. Somos los mejores pagadores de Europa y los segundos del mundo, detrás de Japón.
Y en vacaciones, los españoles son los turistas que menos propinas dejan cuando visitan otros países, según ha revelado un estudio realizado por Skyscanner. En una lista compuesta por las diez nacionalidades a nivel mundial que recoge los peores comportamientos de sus visitantes, los españoles han logrado el octavo puesto en la categoría de 'no intentar aprender el idioma local', y se ha posicionado en el séptimo lugar en cuanto a la grosería. A su vez, los turistas españoles han ocupado nuevamente una octava posición en lo referente a la ebriedad y el desorden, lista que encabezan los británicos, seguidos de los estadounidenses.