En Sudáfrica está el 83 % de la población mundial de rinocerontes y, sólo en 2013, aparecieron muertos más de 1.000 ejemplares a manos de los cazadores furtivos. Para atajar esta matanza y para identificar a los cazadores furtivos responsables de ella, el CSIC ha desarrollado un sistema de vigilancia desde el aire con aviones no tripulados. Los DRONES que hasta ahora conocíamos al servicio de operaciones militares, se ponen del lado de la ecología.
Estas aeronaves van equipadas con cámaras de fotos y vídeo de alta resolución para condiciones diurnas y nocturnas y, al ser aparatos eléctricos, tienen muy bajo coste, un funcionamiento sencillo y gran facilidad para el aterrizaje y el despegue. Además, pueden ser empleados sin molestar a la fauna y sin que sean detectados por los furtivos.
El proyecto del CSIC se inició en fincas privadas de la provincia sudafricana de KwaZulú Natal durante agosto de 2012 y saldrá publicado en el próximo número de la revista PLOS ONE.
Para Margarita Mulero-Pázmány, del CSIC «este trabajo demuestra que los aviones no tripulados pueden funcionar como una herramienta útil para la vigilancia de áreas sensibles, especialmente las de difícil acceso, como apoyo en las operaciones contra el furtivismo y como método complementario para la investigación de la ecología de los rinocerontes».
Las naves, de apenas 2 metros de envergadura, mediante las cámaras de alta resolución y las de vídeo de espectro térmico permitieron a los investigadores localizar a poblaciones de rinocerontes y detectar la intrusión de personas y la monitorización de los agujeros en las vallas por los que acceden los cazadores a las fincas protegidas. Estas aeronaves sólo requieren de una pequeña zona libre de vegetación para despegar y aterrizar, con lo que su despliegue puede ser inmediato.
El estudio del CSIC analiza, además, los factores que afectan a la eficacia del sistema, como el tipo de vegetación, las horas del día y la altura de vuelo y también recogen sus limitaciones, y concluye con propuestas para optimizar su manejo.
El rinoceronte, especie muy vulnerable
Sudáfrica cuenta con el 83 % de la población mundial de rinocerontes y es además el país con el mayor índice de caza furtiva con casi mil individuos muertos en 2013. Según el estudio que publicará PLOS ONE, el furtivismo es la principal amenaza para la conservación de las dos especies de rinoceronte que viven en África: el rinoceronte blanco (Ceratotherium simum) y el negro (Diceros bicornis), clasificados por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza como casi amenazado el primero, y en peligro crítico el segundo. Ambas especies estuvieron al borde de la extinción durante la década de los noventa.
«El consumo de sus cuernos como medicina tradicional, principalmente en los países asiáticos, es la causa principal de la caza furtiva. Debido a la alta demanda y la naturaleza ilegal de su comercio, los precios que alcanzan en el mercado negro son muy elevados, lo cual constituye una tentación para los sectores más desfavorecidos de la población que pueden obtener por un cuerno el equivalente a varios años de salario», añade la investigadora Mulero‐Pázmány.
El trabajo se ha llevado a cabo en colaboración con el Center for Wildlife Management de la Universidad de Pretoria y el Council for Scientific and Industrial Research de Sudáfrica.