El jurado, que también ha reconocido la aportación del belga Robert Brout (fallecido en 2011) a esta importante investigación, ha destacado que «los trabajos pioneros de Higgs, Englert y Brout, establecieron en el año 1964 la base teórica de la existencia del llamado Bosón de Higgs». Esta partícula completa el Modelo Estándar, que describe los componentes fundamentales de la Naturaleza, y es responsable de que ciertas partículas elementales posean masa. Durante casi medio siglo, los esfuerzos para hallar el Bosón de Higgs resultaron infructuosos debido a las enormes dificultades experimentales que conlleva su detección precisa e inequívoca. En el año 2012, el Bosón fue finalmente identificado por los detectores ATLAS y CMS del acelerador de partículas LHC del CERN, un hito histórico para toda la comunidad científica».
Peter Higgs inició su labor docente en la Universidad de Edimburgo y fue en 1964 cuando publicó su teoría sobre el bosón, también conocido popularmente como «la partícula de Dios», porque sin ella no existiría el Universo tal y como lo conocemos en la actualidad. El belga François Englert también publicaba ese año, junto con su colega Brout, la teoría del mecanismo de ruptura de simetría, que implicaba la presencia de una partícula fundamental.
Todo su esfuerzo no hubiera sido posible sin la existencia del CERN, una organización internacional e intergubernamental con sede en Ginebra y en la que participan 20 países, la Comisión Europea y la Unesco. Fue inaugurado en 1954 y en la actualidad cuenta con 2.500 personas entre científicos y técnicos de laboratorio. En sus proyectos participan unos 8.000 científicos de 85 nacionalidades y 580 universidades. El 30 de marzo de 2010 logaron la colisión por primera vez de haces de protones previamente acelerados recreando las condiciones similares a las que había cuando se originó el Big Bang. Sus trabajos permitieron demostrar en 2012 la existencia del bosón de Higgs.