Será imposible acabar con la pobreza extrema y el hambre con el rápido recalentamiento del planeta, plagado de sequías, inundaciones catastróficas y un clima cada vez más inestable, dicen los activistas que participan en las negociaciones de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La Organización de las Naciones Unidas (ONU) dio a conocer el sábado 19 el borrador de los 17 ODS tras 18 meses de discusión entre más de 60 países que han participado en el proceso de forma voluntaria.
Los ODS son un conjunto de metas y objetivos destinados a eliminar la pobreza extrema y lograr el desarrollo sostenible. Cuando estén definidos en 2015, al término de los ocho Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), los ODS se convertirán en el itinerario que seguirán los países para elaborar sus políticas y decisiones ambientales y socioeconómicas.
«Los desastres naturales son un motivo importante del incumplimiento de muchas de las metas de los ODM», afirmó Singh Harjeet, de ActionAid International, una organización de desarrollo internacional con sede en Johannesburgo.
«Una inundación grande o un tifón pueden retrasar el desarrollo de una región en 20 años», explica Singh, coordinador internacional de mitigación de riesgos de desastres en Action Aid. Los tifones son ciclones tropicales caracterizados por vientos superiores a los 118 km por hora.
Singh recuerda que el tifón Haiyan mató a más de 6.000 personas y dejó casi dos millones de damnificados en Filipinas en noviembre de 2013. Menos de un año antes, en diciembre de 2012, el país sufrió el paso del tifón Bopha, que causó más de 1.000 muertes y unos 350 millones de dólares en daños.
En las últimas dos semanas dos tifones han afectado al país asiático, que podría padecer 20 tormentas más antes de que concluya la temporada de estos fenómenos climáticos en octubre.
«Los desastres naturales repercuten en todo: la seguridad alimentaria, la salud, la educación, la infraestructura, etc. Usted no puede salir de la pobreza si tiene que reconstruir su casa cada dos años», comenta Singh. Los objetivos de eliminación de la pobreza o casi cualquier cosa propuesta por los ODS «no tienen sentido sin la reducción de las emisiones de carbono», asegura.
Las emisiones de carbono producidas por la quema de petróleo, carbón y gas atrapan el calor del sol.
Esta energía calórica adicional equivale a la explosión diaria de 400.000 bombas atómicas, similares a la que destruyó la ciudad japonesa de Hiroshima en 1945, los 365 días del año, según James Hansen, climatólogo y exdirector del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos.
En consecuencia, ahora el planeta es 0,8 grados más cálido.
«El cambio climático repercute en todos los fenómenos meteorológicos porque el entorno en el que suceden es más cálido y húmedo de lo que solía ser», nos explica Kevin Trenberth, científico del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EE UU.
El cambio climático no necesariamente provoca los desastres naturales, pero no hay duda de que los agrava, precisa Trenberth, experto en fenómenos extremos.
Los ODS deben incorporar cuestiones del clima y vías para el desarrollo bajo en emisión de carbono, manifiesta Bernadette Fischler, copresidenta de la británica Beyond 2015, una alianza de más de 1.000 organizaciones de la sociedad civil que trabajan por la solidez y eficacia de los ODS.
«El cambio climático es un problema urgente y tiene que ser muy visible en los ODS», expresa Fischler.
En el borrador actual de los ODS el clima es el objetivo 13, que pide a los países que «tomen medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus consecuencias». No hay metas de reducción de las emisiones, y en su mayoría solo se refieren a la adaptación frente a los próximos fenómenos del clima.
«Los países no quieren adelantar sus posturas en las negociaciones de la ONU sobre el cambio climático», señala Lina Dabbagh de Climate Action Network, una red mundial de organizaciones ambientalistas.
La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) convoca a negociar para adoptar un nuevo tratado sobre el clima mundial en 2015. Tras cinco años de conversaciones, no ha habido avances en temas clave.
«Los ODS son una gran oportunidad para avanzar en el clima, pero el objetivo climático es débil y no hay un programa de acción», nos dice Dabbagh.
La redacción final del borrador de los ODS ha sido un proceso sumamente politizado, lo que generó un texto muy cauteloso. Las alianzas y divisiones entre los países fueron muy similares a las existentes en las negociaciones de la CMNUCC, incluida la división entre el Sur en desarrollo y el Norte industrial, destaca.
Los gobiernos están preocupados por el cambio climático y sus consecuencias, pero hay una fuerte discrepancia sobre cómo reflejarlo en los ODS. Algunos pretenden que solo se mencionen en el preámbulo del proyecto final, indica Fischler.
Países como Gran Bretaña creen que 17 objetivos son demasiados y es posible que algunos se eliminen en el último año de las negociaciones, que comenzará cuando los ODS se presenten formalmente en la Asamblea General de la ONU el 24 de septiembre.
Un día antes, el secretario general de la ONU organizará una cumbre climática con los jefes de gobierno de muchos países, con la intención de poner en marcha el proceso para un ambicioso tratado internacional sobre el clima en 2015.
«La sociedad civil presionará en grande durante la cumbre para que el clima sea una parte integral de los ODS», afirma Dabbagh.
Sin embargo, queda mucho por hacer para que los responsables políticos y la gente comprendan que la acción climática es la clave para eliminar la pobreza extrema y alcanzar el desarrollo sostenible, concluye.