El Parlamento Europeo y el Consejo aprobaron la directiva hace diez años y entró en vigor el 11 de marzo de 2003. Tenía un plazo de diez años para que los fabricantes se adaptaran y para que los países miembros la trasladaran a sus legislaciones. Transcurrido ese plazo se aplica automáticamente y todos los artículos de aseo y belleza que se vendan en la UE, da igual el lugar del que procedan, no deberán haber sido testados en animales.
Gran parte de los artículos que se utilizan en la UE ya cumplían esa norma, puesto que una primera parte entró en vigor en 2009. Se habían aplazado hasta este 2013 tres tipos de experimentos para los que no había otra alternativa: toxicidad de dosis repetidas, toxicidad reproductiva y 'toxicocinética'.
La organización defensora de los derechos de los animales, BUAV (British Union for the Abolition of Vivisection), promovió en 1991 una campaña contra las pruebas en animales de productos cosméticos , dos años más tarde se unió The Body Shop, la primera compañía fabricante de cosméticos que tomó medidas contra la experimentación con animales.
En 1996 presentaron en Bruselas cuatro millones de firmas para pedir que se prohibieran en la UE. Lo han conseguido, a pesar de que parte de la industria esperaba que la prohibición no entrara en vigor. El comisario de Salud y Consumidores, Tonio Borg, ha confirmado que este lunes entrará en funcionamiento plenamente la Directiva y añade que significa también «que necesitamos dar un paso adelante en nuestros esfuerzos para el desarrollo, validación y aceptación de métodos alternativos, así como en el reconocimiento internacional de estos métodos».