La idea básica es que la banca pague los costes de sus propias crisis. El mensaje está claro pero no tanto su aplicación. El Consejo de Economía y Finanzas de la UE, reunido en Madrid, sólo ha alcanzado a formular la propuesta, sin concretar el cómo ni el cuándo.
El comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, dijo que se trata de crear un fondo europeo, que puede estar formado por fondos de resolución de cada país nutridos con las aportaciones de la banca. La presidenta de turno del Ecofin, Elena Salgado, advirtió que eso no debe hacer pensar a las entidades que cuentan con un seguro para que el Estado vuelva a salvarlas.
La idea surgió del comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, quien ha señalado que los contribuyentes no pueden volver a ser los primeros pagadores de los estragos de la banca. Considera que el rescate de bancos con recursos públicos ha llegado al límite y que los planes de salvamento cada vez son más difíciles de encajar en los presupuestos de los Estados.
En cualquier caso, los 27 no tienen aún la fórmula. La reforma del sistema de supervisión financiera y la exigencia de mayor capital a la banca, ya en marcha, hacen temer que otro fondo o tasa repercuta en el crédito y perjudique la recuperación económica. La Comisión europea estudiará el proyecto y lo concretará el próximo junio.
Las mayores cautelas las ha expresado el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, quien ha advertido de que se debe plantear la situación en su conjunto y que hay que afrontar con cuidado la exigencia de una tasa europea a la banca, para evitar que se asfixie la recuperación en Europa. euroXpress