Las luces diurnas son diferentes de las de cruce, tienen un consumo bajo de energía y se encienden automáticamente cuando arranca el motor. Su objetivo no es tanto que el conductor tenga mayor visibilidad como que su vehículo sea visto por otros conductores.
Según la Comisión Europea, las luces de día permitirán reducir el número de muertes en las carreteras europeas además de contribuir a la protección del medio ambiente. Su bajo consumo energético hace que sus emisiones de CO2 a la atmósfera sea menor que las luces convencionales de los automóviles.
Los estudios que se han realizado sobre el uso de este tipo de iluminación demuestran que los conductores, ciclistas y peatones detectan con mayor claridad los vehículos con luces durante el día.