Los bosques, grandes almacenes de carbono

El pasado 1 de marzo la Comisión Europea adoptó un «Libro Verde sobre Protección de Bosques e Información» en el que se recaban opiniones sobre la oportunidad de una mayor protección de las superficies forestales europeas.

Gestionar bien los bosques es una de las armas fundamentales en la lucha contra el cambio climático. Pero no solo almacenan enormes cantidades de carbono, también proporcionan puestos de trabajo, ingresos y materias primas para la industria y las energías renovables. Protegen el suelo, regulan los aportes de agua dulce y conservan la biodiversidad.

De cómo gestionar mejor la riqueza forestal europea se va a hablar en la Conferencia sobre Protección de Bosques en Europa que la Presidencia española de la UE ha convocado este martes en Valsaín, en la vertiente norte de la Sierra del Guadarrama.

Más información

Una ardilla en mitad del bosque
Foto:CE

Los bosques ocupan unos 140 millones de hectáreas en la UE, lo que equivale al 36% de su superficie. Los Estados miembros son responsables de la gestión de su cubierta forestal. Son bosques templados o boreales creados por el hombre que ha reforestado el terreno de manera activa en los últimos 250 años y recuperado lo que se taló en los siglos anteriores, cuando los árboles cubrían el 80% de la superficie europea.

Casi la mitad de los bosques de Europa está en manos privadas . En parte, pertenecen a grandes posesiones familiares tradicionales o a industrias forestales, aunque, según la Organización de la ONU para la Alimentación (FAO), en muchos países hay miles, incluso millones de pequeños propietarios con pequeñas parcelas.

El avance de la agricultura terminó con gran parte de los bosque, ahora las reformas de las políticas agrícolas están liberando millones de hectáreas de tierras que se dedicaban a la siembra y que ahora podrían volver a la silvicultura.

Una buena administración de esos bosques permitirá a la UE alcanzar los compromisos que ha adquirido en la lucha contra el cambio climático.

Los dos problemas fundamentales de los bosques europeos son los incendios y la contaminación.

Miles de hectáreas se destruyen cada verano en el sur de Europa. En el año 2003, solo en Portugal ardieron 400.000 hectáreas. La UE ha creado medidas de control y prevención que los Estados miembros han adoptado.

En el norte y centro de Europa el problema es otro: la contaminación. La lluvia ácida ha terminado con grandes extensiones de arbolado.

No son solamente los bosques europeos los que hay que proteger. La acción como sumidero de carbono de los árboles hace que sea importante la conservación de las masas forestales de países en vías de desarrollo. La UE quiere implantar una serie de convenios de asociación con países productores de madera que proveería de una certificación a todos los productos madereros que entraran en Europa. Así como unos certificados que garanticen a los consumidores que artículos como marcos de ventanas, muebles o papel proceden de bosques gestionados de manera sostenible.

En Valsaín, comienza este martes una conferencia en la que se adoptarán una serie de conclusiones que se añadirán al «Libro Verde sobre Protección de Bosques e Información» para su discusión y adopción posterior.