Un fin de semana no apto para cardiacos. Si surgieran tensiones en los mercados los bancos centrales se han preparado para asegurar que el sistema financiero tenga suficiente efectivo. La necesidad de tranquilizar a los mercados, que no a la economía, podría hacer que los bancos centrales se unieran para contrarrestar la falta de crédito y la volatilidad de los mercados, la última vez que tomaron una medida colectiva fue en 2008 tras el colapso de Lehman Brothers.
El presidente ejecutivo del banco estadounidense JPMorgan, Jamie Dimos, ha calificado a Europa como la mayor amenaza para la economía mundial, aunque agrega una coletilla diplomática «He creído que Europa saldría adelante y aún sigo creyéndolo», ha añadido. Según Dimos, el Banco central Europeo (BCE), necesita asegurar que dará liquidez indefinida a países como Italia o España.
No sólo están preparados los bancos centrales, también los altos mandatarios y sus ministros de economía. Dependiendo de los resultados griegos y de la posible crisis que pudieran generar, los países del G-7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido), se reunirían de forma extraordinaria el lunes o el martes durante la cumbre del G-20 y los ministros de Finanzas de la eurozona mantendrán una vídeoconferencia el domingo por la tarde para debatir sobre los resultados de los comicios.
Por ahora, Reino Unido ha anunciado que inyectará liquidez a su sistema bancario, Canadá ha dicho que está «preparada para actuar». Japón se mantiene a la expectativa y China e India trabajan en planes de contingencia.
En la Unión Europea, se han elaborado varios planes para hacer frente a los diferentes problemas que se puedan presentar, como el vaciado de cuentas por parte de los ciudadanos. El presidente del BCE, Mario Draghi, ha asegurado que no existe peligro de inflación en ningún país de la zona euro y que en caso de que «surjan riesgos para la estabilidad de los precios, el Eurosistema tiene herramientas suficientes para absorber el exceso de liquidez».