El Libor y el Euribor son las tasas, británica y europea, que marcan el precio al que los bancos se prestan dinero, pero también de forma indirecta influyen en los precios de los créditos a las familias y a las empresas.
El pasado miércoles, el Barclays anunció que tenía que pagar una multa de 290 millones de libras, unos 360 millones de euros, por haber manipulado el Libor y su equivalente europeo el Euribor entre 2005 y 2009.
El escándalo, que amenaza con salpicar a otros bancos británicos, ha forzado al presidente del Barclays, Marcus Agius, a dimitir. Al presentar su renuncia ha pedido disculpas y ha considerado que, como presidente, «es el guadián último de la representación del banco». También ha dimitido como presidente de la Asociación Bancaria Británica.
«Este ha sido un periodo de estrés sin precedentes y, en particular, de turbulencias en la industria bancaria y en la economía mundial en general», ha dicho Agius, que ha calificado el escándalo de «golpe devastador» para la reputación del banco. Este jueves tendrá que comparecer ante el Comité del Tesoro de la Cámara de los Comunes. Un día antes lo habrá hecho el director general del banco, Bob Diamond, que ha indicado que no piensa dimitir y ha culpado de la manipulación a un «pequeño número de empleados».
Este escándalo aumenta la impopularidad del sector bancario británico, muy criticado por las primas astronómicas que reciben sus dirigentes y por varios casos de malas prácticas. La última descubierta el pasado viernes, en la comercialización de productos financieros más o menos complejos a pequeñas y medianas empresas.