El mismo día que se cumplen 42 años del golpe de Estado que llevó al poder a Gadafi y casi seis meses después de la conferencia tras la que se iniciaron las operaciones militares de la OTAN en Libia, se ha reunido en París la conferencia de amigos del país convocados por Nicolás Sarkozy. Doce jefes de Estado, 17 jefes de Gobierno, una veintena de ministros, altos representantes de ocho organizaciones internacionales, y los máximos representantes del Consejo Nacional de Transición libio (CNT) se han reunido para dar un paso adelante en la reconstrucción y pasar página de la era Gadafi. Poco antes de iniciarse la conferencia Muamar el Gadafi reaparecía en un mensaje telefónico difundido por un canal de televisión para hacer un llamamiento a sus fieles e instarles a que sigan combatiendo.
«Vamos a pasar la página de la dictadura, de los combates y abrir una nueva era de cooperación con Libia», dijo Sarkozy al comienzo de la reunión en la que estaban China, Rusia y Alemania, tres de los países que se habían abstenido en la votación de la resolución de la ONU que daba el visto bueno a la intervención de la OTAN en Libia. Los otros son, Brasil, Sudáfrica e India. Rusia ha reconocido la legitimidad del CNT, poco antes del comienzo de la cumbre , algo que no ha hecho Sudáfrica que no ha asistido.
El CNT, que ha sido reconocido ya por más de 50 países como representante legítimo del pueblo libio reclama a la comunidad internacional los bienes congelados en diferentes países por mandato de la ONU, que debe aprobar su devolución en cada caso.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, expresó su confianza en que el «apoyo a la transición» libia contribuya a «estabilizar el Magreb» y anunció que España desbloqueará 16 millones de euros de los fondos congelados. Por su parte Francia hará lo mismo con 1.500 millones de euros e Italia con 500. La UE, por su parte, levantará este viernes las sanciones que impuso a empresas petroleras y puertos libios. La Unión ha estado representada en la conferencia por el presidente del Consejo, Herman Van Rompuy, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso y la Alta Representante de Exteriores, Catherine Ashton.
Los representantes del CNT han presentado una hoja de ruta para la transición a un Estado «democrático, constitucional e islámico» en el que la sharía será la fuente del derecho.
Dentro y fuera de Libia hay una gran confusión. Fuera hay un gran interés por recuperar y aún ampliar el lugar que ocupaban las empresas petroleras occidentales. Dentro reina la desconfianza.
A la rebelión se han unido personas de diferentes procedencias que no tienen la misma idea de la forma en que se debe llevar a cabo la reconstrucción. Hay mucha reticencia en cuanto a la dirección del CNT, su presidente Mustafa Abdel Jalil, fue ministro de justicia con Gadafi y antes de que la ONU permita que se descongelen los fondos estimados en 170.000 millones de dólares Libia deberá pasar por las urnas.