Dos de cada tres ciudadanos alemanes se oponen al segundo rescate griego aprobado por la Unión Europea, según una encuesta publicada por el diario Bild am Sonntag. El Parlamento alemán ratificará previsiblemente este lunes el programa de ayuda financiera, mientras incluso desde el propio gobierno de Berlín hay quien aconseja la salida de Grecia del euro.
Un sondeo del Instituto Emnid desvela que un 62% de los alemanes rechaza el plan de rescate europeo a Grecia por 130.000 millones de euros y un 33% lo respalda abiertamente. Hace cinco meses, una encuesta similar dio un resultado más ajustado de 53% a 43%.
La publicación de la encuesta coincide con la votación que tendrá lugar este lunes en el Bundestag para ratificar la participación alemana en el programa europeo de ayuda financiera a Grecia. Lo previsto es que sea solo un trámite a la hora de contar votos, pero la política interna aprovecha los resquicios de las decisiones europeas y se plantea como un desafío para saber si la coalición de gobierno dispone todavía de una mayoría parlamentaria solida. Algunos parlamentarios de la coalición de gobierno han anunciado que votarán en contra, pero el respaldo al rescate griego está garantizado con los votos de la oposición socialdemócrata.
El asunto de Grecia molesta a los alemanes y la clase política contribuye a ello con declaraciones que alimentan el descontento, incluso desde el propio gobierno. La última, la del ministro del Interior, Hans-Peter Friedrich, quien ha llegado a decir que Grecia debería abandonar la moneda única «por su propio bien», al considerar que las posibilidades del país para ser más competitiva son mayores si estuviera fuera de la eurozona. Fiedrich no piensa en echar a Grecia del euro, aún peor, en darle incentivos para que se marche.
Sin ser tan incendiario, el todopoderoso ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha dicho que «probablemente esta no será la última vez que el Bundestag tiene que decidir sobre la ayuda financiera a Grecia». Schäuble desconfía de que este segundo rescate solucione los problemas y prevé ya un tercero. La opción de que los 130.000 millones de euros que aportará la UE y el FMI no sean suficientes para estabilizar las cuentas griegas, «no se puede excluir», según el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker.