La organización agraria valenciana entiende que esa recuperación de la preferencia comunitaria debe materializarse cuanto antes en el cierre temporal de las fronteras comunitarias a determinadas mercancías procedentes de países terceros que tienen acuerdos preferenciales firmados con la Unión Europea.
Concretamente, esa medida de salvaguardia tiene que incluir a los mismos productos agropecuarios vetados por Rusia -debido a su origen europeo- que procedan de aquellos países terceros que están aprovechando ahora este conflicto para ocupar el espacio en el mercado ruso del que han sido desplazadas a la fuerza las producciones europeas, al tiempo que siguen inundando los países comunitarios con esos mismos productos y en condiciones muy ventajosas.
En el caso del sector hortofrutícola, la situación denunciada se produce principalmente con Marruecos, Egipto, Turquía y con ciertos países del hemisferio sur como Sudáfrica o Argentina.
«Desgraciadamente –explica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado– estamos viviendo una situación excepcional y ante situaciones excepcionales como la que está generando el veto ruso hacen falta respuestas excepcionales. Toda la mercancía de tipo agropecuario originaria de los países de la UE que no va a poder entrar en Rusia como consecuencia del bloqueo tendrá que intentar buscar acomodo comercial en los mercados tradicionales que ya cuentan con una oferta muy abundante y en los que compiten el mismo tipo de productos enviados de forma masiva por países terceros. Esta circunstancia va a provocar sobreoferta y, muy probablemente, hundimiento de las cotizaciones».
Ante esta coyuntura adversa que ha comenzado a perfilarse y que amenaza con empeorar cada vez más, AVA-ASAJA entiende que la Comisión Europea debe actuar en consonancia con la gravedad del problema y poner en marcha fórmulas que limiten la competencia que ejercen los terceros países hasta que la disputa con Rusia se resuelva de un modo satisfactorio. «Las autoridades comunitarias –añade Aguado- tienen la obligación de velar por los intereses de sus propios ciudadanos y de los sectores estratégicos de su economía y no es de recibo que mientras los agricultores y los ganaderos europeos se ven abocados a una campaña desastrosa sus competidores de terceros países tengan vía libre tanto para ocupar el mercado ruso, cuyo acceso se nos ha vetado a los europeos, como para inundar los países comunitarios con sus productos en condiciones muy favorables, además, para sus intereses.»
Entiende AVA-ASAJA que la adopción de estas medidas excepcionales, que tendrían carácter temporal y sólo estarían vigentes hasta que se solucionase la disputa, resultan más necesarias que nunca puesto que los recientes planes de ayudas compensatorias que ha presentado la UE resultan completamente insuficientes para contrarrestar los efectos del veto ruso. «Estamos ante un conflicto político que requiere soluciones políticas de altura y no meros parches», concluye el presidente de AVA-ASAJA. NdP