Este lunes empiezan a llegar a la villa olímpica londinense los 1.000 primeros atletas que participarán en los Juegos Olímpicos y los Paralímpicos. En total se alojarán unos 17.000 deportistas y entrenadores de 53 países. Todos ellos buscan una medalla de oro, pero sólo los mejores las conseguirán.
Los apartamentos son sencillos y son totalmente accesibles. Están equipados con camas, sofás, televisores, acceso a internet. Uno de los primeros contratiempos han sido precisamente las camas de 1,73 cm., que a muchos les quedan pequeñas. La villa tiene restaurantes, servicios médicos, tiendas, lugares de ocio y una gran plaza que quiere convertirse en centro de reunión. Los edificios están conectados con la ciudad por un metro de alta velocidad que llegará en 7 minutos.
Varios nutricionistas preparán menús especiales. Se ofrecerán los tradicionales platos británicos, pero también comida americana, mediterránea y asiática. Se servirán unos 60.000 platos diarios y el comedor estará abierto las 24 horas del día. También hay una policlínica de 5.000 metros cuadrados, algo básico para que personal especializado y equipos de última generación atiendan las posibles lesiones de los deportistas.
Para el reposo y el ocio se ha construido el The Globe, con mesas de fulbito, cines, estudios de música, y otros servicios para que los atletas disfruten de tiempo libre y se relajen. No falta tampoco un centro multireligios y gimnasios. Lo único que no se ha podido prever en la cita olímpica, ha sido el tiempo. Las predicciones meteorológicas apuntan a que lloverá casi todos los días que dura el evento deportivo (del 27 de julio al 12 de agosto), siguiendo la misma tónica de las últimas semanas. Este está siendo uno de los veranos más lluviosos del Reino Unido.
Cuando acaben los JJ.OO, los londinenses habrán ganado 36 hectáreas de terreno, donde se han construido 2.800 viviendas nuevas y varios parques.
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