León, hasta el 29 de septiembre de 2013
Exposición de Geta Brătescu, en el MUSAC
La rumana Geta Brătescu, es una de las figuras más relevantes del arte conceptual de Europa del Este. Hasta el 29 de septiembre se puede ver la exposición «Los estudios del artista», donde la autora expresa el particular concepto de «taller2 o «estudio» no sólo como un espacio físico, sino también como una exploración sobre los límites y posibilidades del arte.
Es una de las primeras exposiciones que la artista ha protagonizado en Europa, y su presencia en el Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León (MUSAC) supone «el punto de partida» para futuros acuerdos de colaboración con otras instituciones europeas de cara a nuevos montajes en otros países,
El MUSAC señala que la exposición es el resultado de un profundo análisis de la obra de la octogenaria Geta Brătescu (Ploiesti, Rumania, 1926). En un momento en el que dicha artista atrae un gran número de miradas a nivel internacional, este evento presenta una amplia selección de obras –muchas de las cuales rara vez han estado en exposición–, que abarca varias décadas de su actividad artística. La exposición ofrece una perspectiva privilegiada de su incesante exploración de los límites y posibilidades del arte, y hace hincapié en su enfoque multidisciplinar así como en la profundidad que alcanza su pensamiento intelectual.
Geta Brătescu es una artista que emplea una serie de procedimientos pertenecientes al arsenal visual y conceptual del modernismo pero que, al mismo tiempo, modula y transforma dicho legado y avanza concurrentemente hacia las formas «contemporáneas» de expresión y conceptualización del acto artístico, haciendo hincapié en la performance, el proceso, la autorrepresentación y el arte serial. Siempre ha demostrado una complejidad extraordinaria a la hora de enfrentarse a una enorme variedad de materiales y medios de expresión: dibujos, colages, objetos, grabados, fotografías, cine experimental, happenings, tapices, etc.
A esto hay que sumar sus textos, que pueden interpretarse en relación con su arte pero poseen una identidad autónoma propia. Las dos dimensiones –visual y textual– del arte de Geta Brătescu se aprecian en conjunto en esta exposición. La artista establece una interacción constante entre la vida y el arte, la realidad y el artificio, o la naturaleza y la cultura. Coloniza los lugares en los que trabaja mediante su presencia y, al mismo tiempo, permite que la corrompan/moldeen.
En la sección de la exposición dedicada a la temática del taller –que, con el tiempo, se convirtió para ella en un ente meta-artístico– queda de manifiesto su tendencia a reflejarse en la esfera del arte de una forma casi literal, produciendo obras que cuestionan las convenciones, herramientas y marcos del arte, así como su propia implicación en el proceso, lo que desemboca en una reducción de las herramientas artísticas al mínimo indispensable. La exploración de otros entornos de trabajo —tales como la imprenta o la fábrica de calderas— no son sino etapas de un itinerario progresivo que avanza hacia el estudio de topografías más complejas, al tiempo que pone de relieve un espacio mental que hace uso de una memoria cultural multidimensional.
Con motivo de la presentación del proyecto se ha editado en colaboración con MUSAC y el ICR, Instituto Cultural Rumano, una publicación en formato online que estará disponible para su lectura y descarga. Esta publicación recoge obras de la artista, algunas de ellas inéditas, así como un texto crítico –en castellano e inglés - de la comisaria Magda Radu que revisa desde la perspectiva del siglo XXI las aportaciones, vinculaciones y planteamientos conceptuales de la obra de Geta Brătescu.