La CE destinará 400 millones de euros al año en intercambios de estudiantes y en la cooperación internacional de las universidades mediante el programa Erasmus+, que está previsto que se inicie en enero de 2014. El programa educativo tiene un presupuesto para siete años en torno a los 14.500 millones €, un 40% más que los actuales programas de educación y formación. El nuevo Programa para la educación, formación, juventud y deporte, reemplaza al Programa de Aprendizaje Permanente (Erasmus, Leonardo da Vinci, Comenius, Grundtvig), así como a Juventud en Acción, Erasmus Mundus, Tempus, Alfa, Edulink, y al programa bilateral de cooperación con los países industrializados.
La Comisión inicia ahora una nueva estrategia «La enseñanza superior europea en el mundo», destinada a garantizar que los titulados universitarios europeos adquieren las aptitudes necesarias para trabajar en cualquier lugar del mundo y con el objetivo de convertir Europa en una destinación más atractiva para los estudiantes a escala internacional.
Actualmente en Europa estudian enseñanzas superiores, 19 millones de personas, el 85% de los estudiantes estudian siempre en la misma universidad y según el ejecutivo comunitario sería deseable que «ejercieran la movilidad» para adquirir competencias internacionales en un mundo globalizado. La Comisaria de educación, Androulla Vassiliou, ha dicho que «las universidades europeas tienen que pensar a escala mundial. Deben actuar estratégicamente para sacar provecho de la reputación europea de contar con una enseñanza superior de la máxima calidad».
Para llevar a cabo este programa, las universidades deben desarrollar planes de estudios internacionales, promoviendo las competencias lingüísticas y el aprendizaje digital. Vassilliou ha dicho que los centros superiores «deben promover activamente la movilidad internacional de los estudiantes y del personal, ofrecer planes de estudios innovadores de categoría mundial y perseguir la excelencia en la enseñanza y la investigación. Aunque muchas universidades europeas tienen buenas conexiones dentro de la UE, muchas carecen de una estrategia clara para reforzar las relaciones con socios no europeos. Esto debe cambiar urgentemente. La Comisión va a ayudar a los Estados miembros a desarrollar sus redes internacionales de enseñanza superior. No hay una fórmula única para hacerlo: cada país tiene que apostar por sus puntos fuertes».
Se calcula que en los próximos años los estudiantes de enseñanza superior van a cuadriplicarse, pasando de los 100 millones que había a principios de este siglo a los 400 millones que se prevé en 2030, con un crecimiento especialmente importante en Asia y América Latina. De todos los estudiantes que hay fuera de Europa, el 45% estudian en el continente, aunque países como China, India o Corea del Sur, están atrayendo a muchos de estos jóvenes. En los próximos años la UE va a financiar 135.000 intercambios de estudiantes y personal tanto europeo como del resto del mundo.