Las TIC al servicio de los ancianos europeos

Autómatas que ayudarán a levantar pesos o a cocinar o que accionarán una alarma si un anciano se cae en su casa o una especie de esqueletos externos que estarán controlados por el cerebro y que permitirán recuperar la capacidad de andar a las personas frágiles. ¿Cosa de ciencia ficción? No, son investigaciones que están muy avanzadas y que dentro de poco ayudarán a los ancianos y personas con problemas a tener más libertad de movimiento y más calidad de vida.

Pero eso no es más que el principio. La UE quiere que los ciudadanos, las empresas y los investigadores den ideas sobre la mejor manera de utilizar las tecnologías digitales (TIC) para solucionar problemas de la vejez.

Pueden descargar el cuestionario haciendo clic aquí la consulta está abierta hasta el próximo 1 de julio.

Un anciano de espaldas
Foto:CE

La Comisión Europea quiere que todos participen en encontrar las mejores formas de ayudar a que los miembros más vulnerables de la sociedad tengan una vida más plena con más autonomía y mayor independencia.

La población europea envejece de forma acelerada, en 2020 alrededor del 25% de los ciudadanos europeos tendrá más de 65 años y la expectativa de vida se alarga, en estos momentos es de 80 años. Las tecnologías de la información (TIC) son las que van a permitir vivir durante mucho tiempo de forma independiente y seguir disfrutando de una alta calidad de vida.

Una iniciativa europea de investigación, llamada Vida Cotidiana Asistida por el Entorno, busca soluciones concretas para «envejecer bien». Su objeto es aplicar las TIC para que los ancianos que viven solos, vulnerables o con enfermedades crónicas y personas con discapacidad puedan llevar una vida más autónoma.

Entre los proyectos que se están investigando están los autómatas sociales para el cuidado de ancianos, que ayudarían en pequeñas tareas cotidianas como levantar pesos, cocinar o accionarían una alarma si la cámara que llevan incorporada grabara la caída de alguna persona. Otro ejemplo es un entorno de vivienda inteligente, en la que cámaras inteligentes interpretarían las actividades de las personas y podrían comunicar cambios en su comportamiento al centro de urgencia con el que están conectados. También se investiga la creación de armazones externos controlados por el cerebro, que restablecen la capacidad de caminar a personas frágiles respondiendo al movimiento de los nervios de las piernas.

Los sectores público y privado europeos están invirtiendo más de 1.000 millones en estas investigaciones para envejecer mejor. El programa reúne a veinte Estados miembros y otros países asociados.