En el proyecto sobre la política de cohesión (2014-2020), la Comisión prevé implantar la "condicionalidad económica", lo que supondría que un Estado que, por ejemplo, no cumpla el pacto de estabilidad financiera o las recomendaciones de la CE, pueda ver congeladas algunas de las ayudas que recibe de los fondos regionales de la UE. El Comité de las Regiones critica que el incumplimiento de una administración repercuta negativamente en proyectos de una adminitración inferior que sí cumple los requisitos establecidos y son imprescindibles para el desarrollo de una región perteneciente al Estado Miembro "castigado".
Tras amenazar a la Comisión, ante el comisario de política regional, Johannes Hann, Valcárcel ha querido quitar leña al fuego y ha dicho que «a pesar de los flecos que quedan por cerrar en esta negociación, podemos estar orgullosos del camino recorrido hasta ahora, porque las ciudades y regiones de Europa hemos contribuido al debate demostrando nuestro valor añadido para que Europa salga de la crisis fortalecida y creando empleo».
También el Comisario de política regional ha reconocido la urgencia de llegar a un acuerdo entre el Parlamento y el ejecutivo comunitario. «Es verdaderamente urgente que el Consejo y el Parlamento puedan lograr un acuerdo sobre la política de cohesión», ha dicho el comisario en el acto de inauguración de los «Open Days», donde se debate el futuro de la política regional europea, y que se celebra unos días antes de que se cierren las negociaciones entre ambas partes.
Hahn se ha mostrado «confiado» de que se pueda cerrar un acuerdo «lo antes posible y espera que el PE Eurocámara pueda dar su visto bueno definitivo a la nueva normativa para la política de cohesión y a que pueda entrar en vigor a comienzos de 2014.
Valcárcel y Hahn han recordado que ambas instituciones han llegado a un principio de acuerdo sobre 3 de cuatro puntos: la creación de una reserva de fondos en función del rendimiento de cada región, la cofinanciación y la financiación adelantada. La Comisión quiere que todas las administraciones que actúan sobre el terreno se responsabilicen en caso de que un proyecto aprobado no sea rentable y las regiones piden que se tenga en cuenta que no todos tienen las mismas posibilidades. «No se puede castigar a los pobres y premiar a los ricos», ha dicho Valcárcel, que ha reconocido que no todas las inversiones realizadas hasta ahora en materia de infraestructuras, han sido lógicas. «No todo el mundo puede tener un aeropuerto», ha dicho el presidente de las regiones, pero las infraestructuras son importantes para el desarrollo. «Si hay infraestructuras, luego hay que mantenerlas», le ha recordado Barroso.
Más de 5.500 representantes regionales y locales de Europa se reúnen esta semana en Bruselas para discutir las política regional europea para los próximos siete años, que la Comisión quiere centrar en el crecimiento, el empleo y las ayudas a las pymes. Los «Open Days», se celebran en un momento clave de la negociación de la reforma de la Política Regional europea que se encuentra en la recta final.