Teresa Romero de 44 años está siendo tratada desde este viernes con el medicamento experimental Zmapp y al parecer, comienza a crear anticuerpos. En el hospital Carlos III de Madrid, en el que está la enferma hay otras 15 personas en observación, entre ellas su marido. Todas están asintomáticas.
El contagio de Teresa, la primera persona que se ha infectado fuera del continente africano, ha servido para que la investigación se acelere. La Organización Mundial de la Salud (OMS) http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs103/es/, colabora «estrechamente» con las compañías farmacéuticas y los reguladores en busca de una vacuna y un tratamiento efectivo contra la enfermedad, según fuentes de la Asociación Española de Vacunología.
La OMS ha advertido de que, cuando se consiga la vacuna no podrá hacerse una campaña masiva de vacunación debido a la reducida cantidad de medicamento del que se dispondrá. En la última reunión de expertos de la organización internacional se decidió impulsar el desarrollo de dos vacunas: la del adenovirus tipo 3 del chimpancé y la de la estomatitis vesicular.
Ninguna de las dos vacunas contra el ébola ha sido experimentada todavía en seres humanos pero la primera, llamada hAd3, se ha utilizado contra otras enfermedades. Los estudios para aplicarla están ya en marcha en EE.UU. y pronto comenzarán en Europa y África, por lo que los primeros resultados sobre seguridad podrían estar listos el próximo mes de noviembre.
El principal fármaco que se ha utilizado hasta ahora, es el Zmapp, de la compañía Mapp Pharmaceuticals (EE.UU.), que sigue analizando su eficacia antes de plantearse su producción en grandes cantidades si tuviera un comprador que lo financie.
Este suero tuvo éxito en el caso de dos cooperantes norteamericanos contagiados en Liberia, el médico Kent Brantly y la enfermera Nancy Writebol, pero no hizo nada por el sacerdote español Miguel Pajares, infectado en el mismo país.
Otro medicamento que puede ser efectivo es el TKM-Ébola, de la compañía Tekmira (Canadá), que ha recibido financiación del Departamento de Defensa de EE.UU. para su desarrollo y asegura que ha completado una primera fase de pruebas clínicas «con éxito».
La Agencia de Salud Pública de Canadá, también ha desarrollado una vacuna experimental, la VSV-EBOV, con resultados «prometedores» en animales. Hay otras vacunas en investigación, como una variante de la que se utiliza contra la rabia impulsada por los Institutos Nacionales de Salud estadounidenses (NIH) y la Universidad Thomas Jefferson. Por su parte la empresa británica GSK, trabaja en otra vacuna que ha dado «excelentes resultados» en las pruebas con animales.
La epidemia, que comenzó en Guinea a finales de 2013, ha matado a 4.033 personas y ha infectado a 8.399 en siete países, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Todos los países han extremado los controles en sus fronteras para los viajeros procedentes de los países más afectados por la epidemia: Guinea, Liberia y Sierra Leona