La Comisión Europea ha presentado una propuesta de directiva, por la que se obligará a las compañías aéreas a dar los datos personales de los pasajeros que entren o salgan de la UE a las autoridades de los Estados miembros. La Comisión juzga que la medida es necesaria en la lucha contra el tráfico de drogas y de seres humanos o contra el terrorismo.
Para la comisaria de Asuntos Interiores, Cecilia Malmström, «es necesario que haya leyes comunes para luchar contra crímenes graves». La Comisión asegura que la protección de la vida privada de los viajeros estará garantizada. Los datos deberán convertirse en anónimos cuando haya pasado un mes desde que se hizo el vuelo y no se podrán conservar más de cinco años.
Así mismo, las compañías no darán información referida a origen racial o étnico, opciones políticas o creencias religiosas de los pasajeros. Tampoco los Estados miembros tendrán acceso directo a las bases de datos de las compañías aéreas, que recogen hasta 64 registros de los pasajeros que van a realizar un vuelo, sólo darán a las autoridades 19, entre ellos nombre, fechas del viaje, itinerario completo, facturación e información sobre el equipaje.
Esta normativa solo afectará a los viajeros que salgan o entren en la UE no a los vuelos interiores aunque algunos Estados, como el Reino Unido, quieren que se aplique a todos. En la práctica es el mismo tratamiento que se aplica a los datos de los pasajeros con destino o provenientes de Estados Unidos, Canadá o Australia. La tramitación de este proyecto de ley y su discusión puede durar dos años.