Alrededor de la mitad (en concreto un 48 por ciento) de todas las personas en el mundo que superan la edad de jubilación no perciben una pensión. Ésta es una de las principales conclusiones del nuevo informe de la Organización del Trabajo (OIT) titulado 'Protección social para las personas de edad: 'Principales tendencias políticas y estadísticas', lanzado esta semana. El informe, que hace un llamamiento a la extensión de la protección social en pos de la recuperación de la crisis, del desarrollo inclusivo y de la justicia social, apunta también que para muchas de las personas que reciben cobertura ésta no es adecuada.
La OIT alerta de la importancia de ampliar la cobertura de las pensiones, así como garantizar que los niveles de las mismas sean adecuados. «Es alarmante el hecho de que los futuros pensionistas recibirán pensiones más bajas en al menos 14 países de Europa», concreta el informe, que reconoce que uno de los grandes logros europeos después de la Segunda Guerra Mundial fue reducir la pobreza en la vejez, situación que está en riesgo debido a los «acontecimientos recientes en el mercado laboral, así como algunas reformas políticas».
El informe detalla por ejemplo que entre 2005 y 2012, las tasas de pobreza entre los jubilados aumentaron del 10 al 18 por ciento en Suecia y del 7 al 14 por ciento en Polonia, una tendencia que «podría extenderse en el futuro a otros países también». La OIT ha analizado los cambios de tasas de reemplazo futuro de los sistemas públicos y ha llegado a la conclusión de que en algunos países habrá una disminución significativa del reemplazo. «Las simulaciones muestran que los futuros pensionistas van a percibir pensiones más bajas en al menos 14 países de Europa, con una disminución prevista en más de 10 puntos porcentuales en ocho países». Los países en los que se vislumbra la tendencia negativa son Italia, Luxemburgo, España, Grecia, Francia, Malta, Portugal, Finlandia, Polonia, Noruega, Letonia, Austria, Rumania y Letonia.
La consolidación fiscal, negativa para las pensiones
Según el informe, las políticas de consolidación fiscal adoptadas a partir de 2010 dieron lugar a una reducción de la protección social para las personas de edad. Las medidas de ajuste incluyeron recortes presupuestarios en los servicios de salud y otros servicios sociales, además de reformas como el aumento de la edad de jubilación, la reducción de las prestaciones y el incremento de las tasas de cotización.
«Estos ajustes están comprometiendo la idoneidad de los sistemas de pensiones y de protección social, y disminuyendo su capacidad de prevención de la pobreza en la edad avanzada», ha declarado la directora del Departamento de Seguridad Social de la OIT, Isabel Ortiz, en la presentación de este análisis. «Las repercusiones a largo plazo de las medidas de consolidación fiscal tardan en manifestarse. La disminución de los niveles de ingresos de los hogares está dando lugar a un menor consumo doméstico y ralentizando la recuperación económica. Es alarmante que, en al menos 14 países, los futuros jubilados percibirán pensiones más bajas en 2050», agrega.
Y es que, países de ingresos elevados han reducido una gama de prestaciones de protección social y han limitado el acceso a servicios públicos de calidad. Junto al desempleo persistente, los salarios más bajos y los impuestos más altos, estas medidas contribuyeron al aumento de la pobreza y la exclusión social, que afectan hoy en día a 123 millones de personas en la Unión Europea, es decir, el 24 por ciento de su población.
Por otro lado, el informe revela que el gasto público en pensiones oscila desde el 0 y el 2 por ciento del Producto Interior Bruto (PBI) en países de bajos ingresos, al 11 por ciento del PIB en países de ingresos elevados de Europa Occidental. En promedio, los países gastan 3,3 por ciento de su PIB en pensiones para adultos mayores.
Este informe de la OIT sobre la protección social para personas de edad analiza los sistemas de pensiones de 178 países y constata que más de 45 países han alcanzado el 90 por ciento de cobertura de las pensiones, y 20 países en desarrollo han logrado una cobertura universal de las pensiones o casi. «Muchos países en desarrollo están expandiendo sus sistemas de pensiones, una tendencia muy positiva», ha manifestado Ortiz. «Pero es tan importante expandirlos como garantizar prestaciones de pensiones adecuadas. Las mujeres y los hombres de edad tienen el derecho a jubilarse con dignidad, sin caer en la pobreza. Este es un problema a escala mundial», añade.
En el lado positivo, muchos países de medios ingresos están ampliando la protección social como parte de sus estrategias dirigidas a impulsar el crecimiento económico. «China, por ejemplo, ha logrado una cobertura casi universal de las pensiones y un aumento de los salarios», ha indicado la directora.
Además, algunos países como Argentina, Bolivia, Chile, Hungría, Kazajistán y Polonia están revirtiendo la privatización de los sistemas de pensiones que llevaron a cabo en los años 80 y 90 porque eran demasiado caros y no ampliaban la cobertura de las pensiones. La renacionalización total o parcial de estos sistemas tiene por objetivo reducir los costes fiscales, mejorar la cobertura de las pensiones y la seguridad de ingresos para las personas en la edad avanzada.