Un conductor español que circule por una autopista francesa, por ejemplo, a 150 kilómetros por hora y sea captado por un radar de tráfico recibirá en su domicilio en España y en español la notificación de la infracción cometida. Si existiera un acuerdo entre España y Francia sobre la cuantía de la sanción y el método de cobro, tendría que hacerla efectiva.
Los ministros de Transportes de los 27 han decidido crear un sistema de intercambio de información sobre las infracciones de tráfico cometidas por los conductores en un país de la UE distinto al suyo. De momento, el sistema permitirá identificar a los conductores que cometan alguna de las infracciones que provocan el 75% de los accidentes mortales: exceso de velocidad, saltarse un semáforo en rojo, no llevar puesto el cinturón de seguridad o conducir ebrio. Las multas de aparcamiento no se tendrán en cuenta.
Sin embargo, no es posible aún establecer un método común de cobro de las multas, por la complejidad de los sistemas jurídicos europeos, que aún regulan de diferente manera las infracciones. Por tanto se anima a los países a establecer acuerdos bilaterales que unifiquen fórmulas de pago. España no tiene aún acuerdos con ningún país. No obstante, el director general de Tráfico, Pere Navarro, afirma que ante infracciones graves, los agentes detienen al vehículo, sea cual sea su país de origen, y las multas son notificadas y cobradas en el acto.
La UE considera que el acuerdo adoptado entre los 27 es un primer paso decisivo para seguir reduciendo el número de accidentes mortales, que ya ha bajado en esta década un 35%. Mucho, pero sin llegar al objetivo que se había marcado del 50%. Los muertos por accidente de moto en Europa siguen aumentando.
La decisión de los ministros europeos pasa ahora al Parlamento europeo. Si lo aprueba debe ser trasladado a las legislaciones nacionales como directiva europea, de modo que se calcula que esté en vigor en 2013.
Los ministros de Transportes también han pedido a la Comisión que examine las fórmulas para armonizar las normas de tráfico a nivel europeo. Ahora mismo los límites de velocidad son distintos e incluso algunos países no los tienen en las autopistas. Tampoco la normativa es igual en cuestiones como la señalización o las tasas de alcoholemia permitidas.