El exceso de demanda, el miedo a que lo que está sucediendo en Egipto o Túnez se extienda y las medidas proteccionistas que están tomando algunos países como China está poniendo nerviosos a los inversores y a los especuladores. La consecuencia es una volatilidad en los precios de las materias primas que amenaza con aumentar la inflación y llevar más hambre a los países más pobres.
Francia estaba pidiendo una «movilización» de la UE contra la excesiva subida de los precios de las materias primas, el petróleo, los minerales que utiliza la industria más innovadora y los alimentos y recuerda que la lucha contra la volatilidad de los precios de estos productos básicos es una de las prioridades de la presidencia francesa del G20.
Europa quiere asegurarse el aprovisionamiento de los metales raros tan necesarios si quiere tener una industria competitiva. Para ello propone hacer un mejor uso de su política comercial y explotar sus propios recursos. Volver a las minas. «La explotación de tierras raras podría retomarse en Europa a partir de 2015», subrayó el comisario europeo de Industria, Antonio Tajani, aunque eso pueda comprometer objetivos medioambientales de la red Natura.
En estos momentos Europa depende de países como China, Rusia, República Democrática del Congo o Brasil para comprar los 14 minerales indispensables para fabricar ordenadores portátiles, teléfonos móviles, aerogeneradores, coches eléctricos y otros muchos productos. Estos materiales son difíciles de reemplazar o de reciclar a partir de desechos electrónicos, que es otra de las posibilidades que apunta la propuesta.
Europa debe tomar medidas ahora para no encontrarse en un futuro no muy lejano sin esos materiales. China ha restringido ya la exportación de las tierras raras, difíciles de encontrar en otros lugares. Bruselas apuesta por establecer una «diplomacia de las materias primas» estableciendo una colaboración política y comercial con los países productores. El comisario de industria, Antonio Tajani, ha señalado que ya se han iniciado conversaciones con Rusia y la Unión Africana y que en primavera viajará a Sudamérica. Un problema añadido es la incertidumbre política reinante en muchos de los países ricos en esos minerales estratégicos.
El otro gran problema es la subida de los precios de las materias primas alimentarias, la FAO no cesa de alertar sobre ello. El trigo se ha encarecido un 98% en siete meses; el azúcar, un 115% en ocho; el algodón, un 135% en un año. Esa carestía ha echado a la gente a la calle en Túnez, Egipto, Yemen, Argelia o Jordania. Otros llevan un tiempo intentando que no les pase, China y Arabia Saudí han comprado enormes extensiones de tierra de cultivo en África y otras regiones para prevenir hambrunas en sus países.