Smowden ha remitido solicitudes de asilo a 21 países, entre ellos España
El Comité de Libertades Civiles del Parlamento Europeo ha convocado una reunión de sus coordinadores para discutir «cómo proceder» ante el espionaje estadounidense a las instituciones europeas y en las conversaciones para el acuerdo de libre comercio EE UU – UE que comienzan estos días, que si ya se presentaban complicadas ahora parece que entran en un callejón sin salida.
Por su parte el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha ordenado un barrido completo de seguridad en las instalaciones europeas. Mientras que la jefa de la diplomacia Catherine Ashton, se entrevista en Brunei fuera de programa con su homólogo John Kerry a quien no le parece que sea para tanto el asunto, después de todo los servicios de espionaje están para eso... para espiar. El problema comienza cuando se les pilla.
La UE pide explicaciones por el espionaje a sus sedes, a sus funcionarios, a cientos de miles de ciudadanos europeos y a los Estados miembros. Según The Guardian, Francia, Italia y Grecia están entre los 38 objetivos de los espías estadounidenses junto a las representaciones de México, Japón, Corea del Sur, India y Turquía.
Por su parte el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, ha dicho que «Si se prueba que es verdad (el espionaje) es un asunto muy serio. Y un golpe muy duro para las relaciones entre la UE y Estados Unidos».
Ha explicado que ha mantenido una conversación telefónica con el embajador de EE UU ante la Unión, William Kennard, para pedirle que se aclare la cuestión «lo antes posible y de la forma más completa posible», incluido «si hay micrófonos instalados en la sede de la UE en Washington».
Schulz ha explicado al embajador que tiene «toda la comprensión hacia la necesidad de medidas preventivas contra el terrorismo (...) pero creo que las instituciones de la UE no planean ataques terroristas, de modo que tal procedimiento sería completamente inaceptable».
Queda Edward Snowden, el exagente de la NSA que reveló la trama que como dice el presidente ruso Vladimir Putin, «ya no se ve a sí mismo como un exempleado de los servicios secretos, sino como un luchador por los derechos humanos, como un nuevo disidente, similar a Sájarov, pero quizá de otra magnitud». Y así a Rusia ya no le gusta tanto que se quede.
De hecho los rumores de que había pedido asilo político en el país han sido desmentidos. El político alemán Jürgen Trittin, líder del grupo Alianza 90/Los Verdes, considera que el expleado de la NSA ha hecho un favor a Europa por lo que deberían ser los países de la UE los que le brindaran asilo.
Mientras, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de visita en África, ha confirmado que su país está manteniendo «conversaciones de alto nivel» para conseguir la extradición de Snowden,