España, debe simplificar los trámites administrativos y mejorar el acceso a los créditos de las PYMES, entre otras medidas, si quiere que su industria sea competitiva.
«La industria en la Unión Europea está en buena forma y tiene potencial suficiente para impulsar la economía». Este es el diagnóstico de la industria europea que ha hecho la Comisión Europea en general si se examina Estado por Estado ya es otra cosa, hay diferencias considerables. La proporción de empresas innovadoras varía entre el 80% de Alemania al 25% de Letonia. El papeleo más simple es el de Finlandia y el más complicado el de Italia, aunque el de España no se queda muy atrás.

Los Estados miembros deben aplicar rápidamente medidas que contribuyan a alcanzar niveles de competitividad coherentes con su participación en el euro y en el mercado interior, esta es la petición de la Comisión Europea después de haber revisado país por país la situación de sus industrias.
Los informes de resultados muestran que en lo que respecta a eficiencia industrial, la UE va en muchos casos por delante de los Estados Unidos y se acerca a Japón, pero hay enormes diferencias entre los Estados miembros y entre sectores industriales. El documento da una serie de recomendaciones país por país de las «reformas estructurales (que deben llevar a cabo) destinadas a liberar el potencial de los emprendedores», en palabras del comisario de Industria, Antonio Tajani.
En lo que se refiere a España, el informe pone de relieve que tras el fuerte ajuste económico de 2008 y 2009 particularmente en el sector de la construcción, y la presión de los mercados en 2010 y 2011, ha puesto en marcha en los últimos meses «un considerable número de medidas», como la mejora del marco de innovación, el acceso a la financiación de las PYME y la simplificación del marco normativo para la creación de empresas y el crecimiento. Pero señala que todavía debe mejorar en estos aspectos y en la coordinación de las diferentes administraciones públicas. Otro problema es la baja participación del sector privado en I+D e innovación, y el alto respaldo del sector público en estas iniciativas.
En general la CE recomienda a todos los Estados miembros que avancen hacia sectores con menos competencia mundial como las industrias ecológicas o los equipos eléctrico y ópticos, que faciliten la introducción de soluciones innovadoras en el mercado mejorando la focalización de los proyectos de investigación, que promuevan la sostenibilidad y la eficiencia en el uso de los recursos, que reduzcan la carga administrativa que pesa sobre las empresas, que aprovechen las ventajas del mercado único y que apoyen a las PYME favoreciendo su acceso a la financiación, facilitando la internacionalización y el acceso a los mercados y procurando que las administraciones públicas reduzcan los plazos de pago.