Las inspecciones, en las que colaboraron las autoridades nacioaldes de la competencia, se realizaron por sorpresa y son un paso preliminar en las investigaciones de prácticas contrarias a las normas de competencia. El hecho de que la Comisión las lleve a cabo no prejuzga el resultado final de las pesquisas. Algunas de las compañías afectadas han reconocido las inspecciones, pero han señalado que están colaborando con las autoridades comunitarias. Deutsche Telekom ha añadido que el gobierno alemán ya había realizado inspecciones y las había abandonado por falta de pruebas.
El servicio de conectividad en Internet es según Bruselas crucial para el funcionamiento de la red y para que los usuarios finales puedan acceder al contenido de Internet con la necesaria calidad del servicio, independientemente de la localización del proveedor. Si se comprueban los recelos, Bruselas podría imponer a las compañías fuertes multas.
La Comisión sospecha que las tres multinacionales han abusado de su posición en el mercado, pactando condiciones de uso de internet a los clientes más importantes. Las grandes operadoras europeas mantienen un "pulso" con las estadounidenses Google, Apple, Facebook y Cogent, porque las empresas transatlánticas ofrecen conexiones gratuitas o a precios muy reducidos en las redes europeas, donde las tres empresas han invertido miles de millones de euros en su desarrollo.