Este centro está a la vanguardia de una revolución que logra que los vuelos en Europa sean más cortos, más verdes y más baratos. Delante de las pantallas, en salas silenciosas, los operadores controlan un millón de movimientos de aeronaves al año. En las horas punta de los meses de verano, la cifra puede alcanzar los 3.500 al día. Y la tendencia marca que habrá un gran aumento en los próximos años.
Para gestionar este incremento y hacer un uso más eficaz del espacio aéreo en Europa, la Unión Europea puso en marcha la iniciativa del Cielo Único Europeo. La fragmentación actual cuesta 4.000 millones de euros al año, provocó 19,4 millones de minutos de retrasos en 2012 y causó que los vuelos fueran, de media, 49 kilómetros más largos de lo necesario. Permitir que los aviones sigan rutas más directas serviría para ahorrar combustible, reducir los costes y, en consecuencia, rebajar los precios de los billetes.
El proyecto está respaldado por el OACC. «Apoyamos por completo lo que la iniciativa del Cielo Único Europeo intenta hacer en beneficio de los consumidores, tratando de reducir los costes, y de aumentar la capacidad y la seguridad», asegura Alastair Muir, director de Operaciones en el centro de Prestwick.
Liberalización aérea
La liberalización del mercado de la aviación en la Unión Europea significa reducir el precio de los vuelos, al convertir una prerrogativa de unos cuantos a una posibilidad para todos. Esto ha llevado a un aumento del número de vuelos y destinos, y ha impulsado el comercio transfronterizo y el turismo. Los empresarios de Prestwick son conscientes de sus vínculos con el resto de Europa. «Nos sentimos muy conectados», indica Bill McIntosh, leader del Consejo de South Ayrshire. «Animamos a las empresas locales a exportar, y tenemos la suerte de estar al lado del aeropuerto de Prestwick», señala antes de concluir: «Tenemos a Europa presente a diario y buscamos cómo desarrollar lazos».
La Unión Europea introdujo los derechos de los pasajeros para proteger a las personas y, al mismo tiempo, impulsar la actividad económica. Cuando al viajar surgen problemas como la cancelación de un vuelo o la pérdida del equipaje, los pasajeros gozan del derecho a ser compensados o a que se les ofrezcan servicios alternativos.
Incluso en casos naturales tan espectaculares como la erupción en 2010 del volcán islandés Eyjafjallajökull que alteró por completo el tráfico aéreo, la autoridad europea del control del tráfico aéreo, Eurocontrol, coordina la seguridad de los vuelos y contribuye a mantener informados a los pasajeros.