Según el estudio, elaborado por un equipo de la London School of Hygiene and Tropical Medicine en colaboración con la Universidad de Alicante, la Universidad de Lleida y la Universidad de Valencia, las reformas de austeridad llevadas a cabo por el Gobierno español podrían conducir al desmantelamiento de uno de los sistemas de salud más efectivos, baratos y reconocidos del mundo y podrían tener efectos perjudiciales sobre la salud de los españoles, con el aumento de algunas enfermedades infectocontagiosas como principal advertencia.
El informe se basa en datos y entrevistas recopiladas en hospitales españoles y su comparativa con los datos recabados en otros países que han pasado por una situación económica similar y han adoptado medidas de austeridad parecidas a las que ahora se aplican en nuestro país.
La doctora Helena Legido-Quingley, responsable del estudio, destaca tres medidas como las más delicadas y potencialmente peligrosas: el Real Decreto que excluye a unos 900.000 extranjeros del sistema sanitario, el copago farmacéutico y las privatización en varias comunidades. Precisamente, asegura la doctora, fue después de entrevistar a facultativos catalanes y de valorar su preocupación sobre los nuevos planes del Gobierno y el empeoramiento de la calidad en la asistencia médica cuando decidieron llevar a cabo el informe más en profundidad.
Una de las quejas que más se repite entre el cuerpo médico, asegura Legido-Quingley, es la de que se están adoptando medidas sin contar con los propios médicos para saber cuáles son las consecuencia de los cambios en el sistema.
El estudio recoge en un puñado de datos la situación actual en España. En junio de 2012 el gobierno español negoció una intervención de 100 mil millones de euros con el Mecanismo Europeo de Estabilidad (ESM) para apoyar a los bancos. En 2012, el déficit de las administraciones públicas alcanzó el 8,1% del PIB frente al objetivo del 5,3%, y la deuda aumentó del 26,7% del PIB en 2007 al 93,8% en 2012. En el primer trimestre de 2013 la tasa de desempleo llegaba al 27% de la población y el porcentaje de ciudadanos que viven por debajo del umbral de la pobreza con menos de 7.300 euros al año, aumentaba hasta el 21%.
Esas realidades, trasportadas al sistema sanitario, son las que empezaron a preocupar a los responsables del estudio.
El informe destaca que el gasto público en salud en España es, en general, bajo. Aunque en 2010 España gastó el 9,6% del PIB en salud, el 26% de ese gasto era de origen privado y el 74% era público. Este número equivale al 7,0% del PIB, frente a la media de gasto del 7,6% que se mantiene en la Unión Europea.
Para la doctora Legido-Quingley, un dato interesante es cómo los recortes del presupuesto nacional, de un 13,65 %, unos 365 millones de euros, y los recortes regionales de hasta un 10 % en los servicios de salud y asistencia social en 2012 han coincidido con el aumento de la demanda en el sistema de salud, una demanda formada especialmente por personas mayores, discapacitados y personas con problemas de salud mental. El estudio, además, también pone de relieve el aumento de los casos de depresión, y los trastornos y suicidios en España relacionados con el mayor consumo de alcohol desde que se desató la crisis financiera y el desempleo aumentó.
«Creo que este artículo arroja alguna luz sobre los detalles de los recortes que estamos viendo en el sistema sanitario español. De hecho, los recortes en el gasto público en salud están llegando a un momento en que los sistemas de salud necesitan más, no menos, recursos. Entre otras razones, para hacer frente a los efectos adversos para la salud asociados con el desempleo», asegura José Martín-Moreno, profesor de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Valencia y co-autor del informe.
«Los recortes a los servicios de salud esenciales, cuando no están suficientemente evaluados o apoyados en pruebas pueden desestabilizar el sistema de salud, poniendo en peligro no sólo la igualdad de acceso a la salud, sino también la calidad de atención de la salud, que puede incluso generar aumentos en otros costos en el largo plazo», añade Martín-Moreno.
Martin McKee, profesor de Salud Pública Europea en la Escuela de Londres de Higiene y Medicina Tropical añade, por su parte que «durante cinco años, las políticas para hacer frente a la crisis financiera se han centrado casi exclusivamente en los indicadores económicos. Nuestro trabajo subraya la carga de sufrimiento humano que ha surgido de esas políticas «.
Tuberculosis y VIH, como en Grecia
Para la doctora Helena Legido-Quigley «este análisis es el primero en examinar el impacto global de las medidas de austeridad españolas en el sistema de salud y los resultados nos preocupan realmente. Estamos viendo efectos perjudiciales en la salud de los españoles y, si no se aplican medidas correctivas, esto podría empeorar con el riesgo de aumento de VIH y tuberculosis, como ya hemos visto en Grecia donde los servicios de salud han tenido severos recortes. Pero también estaremos en riesgo de un aumento de la resistencia a los medicamentos y a la consecuente propagación de estas enfermedades».
El caso griego que menciona la doctora se destapó gracias a otro estudio publicado en el American Journal of Public Health que destacaba que en Grecia se había disparado los casos de suicidios y de algunas enfermedades infectocontagiosas desde que su economía se hundió. El informe sugería que el sistema sanitario griego estaba sorprendido por brotes inusuales de malaria, virus del Nilo Occidental y VIH.
«Esperábamos que estas políticas de austeridad afectaran negativamente los servicios de salud y los resultados (en materia) de salud, pero los resultados fueron mucho peores de lo que imaginamos», dijo entonces uno de los autores del estudio, Elias Kondilis, investigador en la Aristotle University.
En el estudio de la London School of Hygiene and Tropical Medicine se destaca el carácter nocivo de cambios en el sistema sanitario español tales como excluir a los inmigrantes indocumentados del acceso a servicios de salud gratuitos y
o el aumento de los copagos que los pacientes deben enfrentar para tratamientos adicionales como medicamentos, prótesis y algunos viajes de ambulancia.
Para los autores del estudio, los recortes a nivel regional también son un agravante y destacan los casos de Madrid y Cataluña, donde los médicos han advertido un aumento de los tiempos de espera, recortes en los servicios de emergencia y un menor número de procedimientos quirúrgicos.
Los autores del informe han señalado que su análisis se vio limitado por las lagunas en los datos clave del gobierno español.