Se trata del proyecto «Línea Abierta», con el que, mediante entrevistas, se quiere conocer qué problemas encuentran las empresas en el Mercado Único europeo. Los resultados presentan dos caras: por una parte, ha aumentado casi cuatro puntos y medio porcentuales el número de empresas que encuentran negocios en la UE y, por otra, que no es tan fácil expandirse por Europa.
Los principales obstáculos señalados por los empresarios hacen referencia a los trámites administrativos, la libre circulación de servicios y, sobre todo, el retraso en los pagos que, según subraya el estudio, provocan un efecto negativo sobre la liquidez de las pymes y suponen la financiación de los clientes a costa de los proveedores.
En segundo lugar, aparecen los obstáculos referidos a las normas técnicas. Entre ellos, destacan los relativos a la falta de armonización de productos. Las mayores quejas se dan en el comercio con Italia (22,38%), Francia (17,39%), Portugal (15,22%), Alemania (13,59%) y Reino Unido (7,61%). Entre los cinco Estados suman el 76,19% de todos los obstáculos recogidos.
En conjunto, las empresas españolas citan como dificultades en el comercio exterior la búsqueda de representantes comerciales en otros Estados miembro; las imposiciones técnicas de los clientes; los impagos; las exigencias sobre envases y embalajes y el reciclado de los mismos; la competencia desleal; y, los trámites administrativos y fiscales, principalmente los referidos a los retrasos en la devolución del IVA soportado.
En la presentación del estudio, el secretario de Estado de Comercio, Jaime García-Legaz, ha anunciado que el gobierno español aprobará, previsiblemente en enero, la ley de unidad de mercado para eliminar barreras a la libre circulación de bienes y servicios, ahora dificultada por la legislación local y autonómica. La contradicción es que se esté luchando en Europa para conseguirlo y no ocurra en España.
El secretario general de la CEOE, José María Lacasa, ha subrayado que actualmente hay obstáculos comerciales «absolutamente impresentables», como el hecho de que «los carteles de prohibido fumar sean distintos en cada comunidad autónoma o que la longitud del brazo de las máquinas tragaperras sea diferente».
García-Legaz ha calificado de «gran acierto que ya se está notando» la decisión del Ministerio de Asuntos Exteriores de involucrar a los embajadores en la promoción y ayuda de las empresas españolas en el exteriores.