El coste ambiental del plástico que utilizan las empresas productoras de bienes de consumo asciende a más de 75.000 millones de dólares anuales, según una valoración pionera divulgada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El cálculo se basa en el costo de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas por la producción de materiales plásticos y el eventual impacto de la basura resultante sobre la vida silvestre y los ecosistemas, especialmente en los océanos, dado que solo 10 por ciento de los productos plásticos se reciclan.
El coste de los recursos perdidos cuando los productos de plástico se tiran como desperdicio en lugar de reciclarse también influye en el ambiente.
Los investigadores señalan que estas estimaciones, desglosadas en 16 sectores, son una advertencia para las empresas y sus accionistas. Varias industrias resultaron particularmente vulnerables ante la adopción de normas nuevas, la demanda de los consumidores o la escasez de recursos en relación con el uso futuro o la disponibilidad del plástico.
El estudio exhorta a las empresas a que adopten una política de divulgación en torno al uso del plástico para aislarse de esas crisis. Con ese fin, los ejecutivos deben conocer con exactitud la cantidad de plástico que utilizan sus compañías.
«La investigación revela la necesidad de que las empresas tengan en cuenta su huella de plástico tal como lo hacen con el carbono, el agua y la silvicultura», señalaba este
lunes 23 Andrew Russell, director del Plastic Disclosure Project (Proyecto de Divulgación del Plástico), una organización sin fines de lucro que coauspició el estudio sobre el tema.
«Al medir, gestionar y declarar el uso y la eliminación de plástico... las empresas pueden reducir los riesgos, maximizar las oportunidades y convertirse en empresas más prósperas y sostenibles», aseguró.
La publicación de los resultados coincidió con la sesión inaugural de la Primera Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente, que se realiza en Nairobi. Más de 1.300 representantes de gobiernos y del sector privado participan hasta el viernes 27 en el foro de más alto nivel que la ONU haya organizado para discutir temas ecológicos.
«El plástico ha llegado a desempeñar un papel crucial en la vida moderna, pero no podemos ignorar las repercusiones para el ambiente de las formas en que lo usamos», advirtió Achim Steiner, director del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), en un comunicado.
La «reducción, el reciclaje y el rediseño de los productos que utilizan plástico puede traer múltiples beneficios para la economía verde - desde la reducción de los daños económicos, a los ecosistemas marinos y a los sectores del turismo y de la pesca, vitales para muchos países en desarrollo, hasta el ahorro y oportunidades de innovación para las empresas a la vez que reducen sus riesgos de reputación», agregó.
Competencia en eficiencia
Para el estudio, el PNUMA y el Proyecto de Divulgación del Plástico colaboraron con Trucost, una consultora británica que le pone precio al uso de los recursos naturales y que procesó los datos numéricos. La transparencia en torno al uso del plástico - y, posteriormente, una mayor eficiencia en su uso - podría convertirse en un punto de competencia entre las compañías.
«A medida que las consecuencias del plástico adquieren más importancia, puede ser que los accionistas de las empresas les exijan que mejoren sus tasas de revelación», indica el informe publicado el lunes.
«Por ejemplo, esta información es útil para los inversores institucionales interesados en proteger el valor de sus inversiones. Los administradores de activos podrían colaborar con estas compañías para saber cómo habrán de gestionar los riesgos y oportunidades del plástico», añadió.
Las industrias de alimentos y bebidas sin alcohol tienen los mayores costes de «capital natural» en función del uso de plástico, lo que constituye más de un tercio del total, según la investigación. Como tales, estas empresas podrían ser más vulnerables a los riesgos para su reputación o su contratación.
Por otro lado, la mayor proporción del negocio de las empresas de juguetes, seguidas por los fabricantes de artículos y calzados deportivos, gira en torno al plástico, por lo cual experimentarán el mayor impacto económico a raíz de problemas derivados de su uso.
Pero la declaración pública sobre el uso del plástico por parte de las empresas sigue siendo escasa, ya que solo el 50 de las 100 compañías que figuraban en el estudio habían informado al respecto. Además, tampoco hay patrones en función de cuáles de ellas tomaron la decisión de hacer pública esa información.
Las oportunidades de innovación
El mundo produce unas 280 millones de toneladas de plástico por año, pero recicla solo un 10 por ciento.
Una gran cantidad de la basura resultante termina en los océanos, donde causa daños por valor de unos 13.000 millones de dólares, según nuevos cálculos de la ONU. A mediados de este mes, el gobierno de Estados Unidos organizó una primera cumbre sobre la sostenibilidad de los océanos, poniendo el énfasis en la contaminación del plástico.
Por su parte, el nuevo informe no pretende sopesar el uso del plástico en comparación con otros materiales, en función del peso de transporte o el impacto accesorio sobre bienes importantes, como los alimentos. Tampoco propone grandes reformas con respecto a su uso, y en cambio insta a que el material se utilice simplemente de la manera más eficiente y sostenible posible.
Esta postura recibió el elogio de la industria del plástico. El Consejo Estadounidense de Química, un importante grupo de presión en Washington, «respaldó» la conclusión este lunes y señaló que el informe «ofrece un punto... que las empresas que fabrican y ofrecen una amplia gama de valiosos bienes de consumo pueden utilizar en la evaluación de sus productos y procesos».
Pero algunos temen que la industria del plástico esté demasiado aislada para liderar cualquier proceso de innovación.
«La industria está representada por un conjunto muy reducido de empresas que están muy arraigadas. Fabrican la mayor parte de los envases que utilizamos, y no son muy abiertas a la innovación y el espíritu empresarial», afirma Daniella Russo, directora de Think Beyond Plastic (Piensa más allá del plástico), un foro que promueve nuevas formas de abordar la contaminación plástica.
Russo nos dijo que es importante recordar que algunos materiales plásticos presentan desafíos ambientales importantes, y otros no.
Por ejemplo, los envases de un solo uso representan cerca del 50 por ciento de la producción de plástico y sin embargo están destinados exclusivamente a la basura. De hecho, el informe del PNUMA identifica a los envases desechables y a la espuma de poliestireno como los plásticos más problemáticos.
No obstante, Russo asegura que estos también ofrecen las oportunidades de innovación más interesantes.
«Este es un mercado enorme, listo para quienes lo aprovechen», señaló. «La innovación puede venir de empresarios individuales, pero también de las propias compañías, si sienten la presión para hacerlo», añadió.