Europa está dispuesta a cumplir con sus objetivos de reducir el 20% de emisiones en 2020, para ello se debe bajar el CO2 que el transporte aéreo lanza a la atmósfera, y una de las medidas es hacerle entrar en el mercado de las cuotas de carbono.
La Comisión europea ha calculado la media de las emisiones de CO2 a la atmósfera los años 2004, 2005 y 2006, de los vuelos con destino a aeropuertos europeos o con la salida en ellos para conocer el número de derechos de emisión que se van a necesitar. El resultado da unos 213 millones de toneladas de CO2 en 2012, esa cantidad se reduciría en unos 4.500.000 toneladas a partir de 2013. El cálculo se ha hecho con los datos que ha proporcionado Eurocontrol, y el consumo de carburante comunicado por las compañías aéreas, entre otros datos.
Las emisiones de la aviación en Europa son casi el doble de las de 1990. Se estima que un pasajero que viaje en avión desde Bruselas a Nueva York ida y vuelta en clase turista produce unos 800 kilos de CO2.
La UE determinará la cantidad de bonos de emisión gratuitos que recibirá cada una de las 4.000 compañías que operan en los aeropuertos europeos, el resto se pondrá a la venta. La cuota del transporte aéreo representa un 10% del mercado de bonos. Las compañías tendrán que pagar en 2012 cerca de 1.400 millones de euros en derechos de emisión. «Las emisiones de la aviación aumentan más rápidamente que las de cualquier otro sector y todas las previsiones indican que continuará haciéndolo si nada cambia», ha dicho la comisaria de Acción Climática, Connie Heidegaard.
Las compañías de aviación están pensando subir el precio de los billetes. La ida y vuelta podría aumentar hasta 9 euros en vuelos dentro de la UE y unos 12 euros en vuelos trasatlánticos. Pero si quieren borrar su huella ecológica deberán tomar más medidas, como renovar la flota con aparatos menos contaminantes, de menor peso, hacer ajustes en la velocidad de crucero, utilizar la mitad de los motores hasta el parking, menos esperas en cabecera de pista con los motores encendidos, de esta manera se podría ahorrar hasta 57.000 toneladas a partir de 2012.