El pleno del Parlamento europeo ha aprobado una resolución en la que se afirma que una actitud débil frente a los piratas puede tener «efectos contraproducentes» y alentarlos. Rechaza la posibilidad de embarcar militares a bordo de los pesqueros.
La situación en el Índico es muy complicada, entre el 35 y el 40% de los buques que operan en la zona no están registrados en el organismo central de la seguridad marítima, por lo que no están regularmente informados de las amenazas específicas para su seguridad. Son los Estados miembros los que tienen que encargarse de que sus barcos estén «debidamente registrados» y las tripulaciones deben seguir las indicaciones de las fuerzas de la UE que están en la zona.
Los europarlamentarios destacan que la Operación Atalanta ha sido eficaz en la protección de los navíos del Programa Alimentario Mundial de la ONU. Desde que se puso en marcha, en diciembre de 2008, 300.000 toneladas de alimentos han podido llegar a más de millón y medio de somalíes.
También se ha apoyado una nueva operación, PESD, paralela a Atalanta encargada de formar fuerzas de seguridad del gobierno de transición somalí.
A la vez que se pide una actitud más dura frente a los piratas se insiste en la necesidad de luchar contra la verdadera causa del problema, que está en tierra: la pobreza y la falta de un estado de derecho. La resolución pide a la ONU y a la Comisión Europea una investigación profunda para conocer la realidad de los desechos tóxicos que se envían a Somalia y la pesca ilegal que se realiza a lo largo de su costa. Perseguir legalmente a los autores de estos desmanes ayudaría a combatir la piratería.