Ucrania necesita 35.000 millones de dólares para evitar la bancarrota. La UE le ha brindado una ayuda de 11.000 millones, mientras EEUU ha hecho lo propio con 1.000 millones. Rusia, por su parte, le ofrece la compra de bonos para rescatar el país. Y mientras, Ucrania hunde su PIB a pasos agigantados, aumenta su deuda comercial y su tasa de desempleo del 1,9 % está en entredicho entredicho.
Ucrania se encuentra más dividida que nunca, o al menos con una enorme fractura social y cultural y al borde de la bancarrota. Una situación dificilmente asumible incluso para la propia Unión Europea que ve en Ucrania el puente perfecto para sus intereses en Asia y una oportunidad única para extender las fronteras de la Unión o Rusia .
La situación de Ucrania es poco alentadora. Y no solo en el plano político. Las regiones del centro, norte y oeste del país cuentan las horas para poder aspirar a ser ciudadanos europeos. En el este no lo tienen demasiado claro y el sur, con el conflicto de Crimea como principal protagonista, no quiere ni oír hablar de Europa y sí de la madre patria, Rusia.
Ucrania se ahoga en su propia economía y necesita ayuda urgente. El país, que sería tras Francia el más extenso de la Unión Europea si en un futuro logra ser candidato y finalmente miembro oficial del conglomerado europeo, necesita financiación y una limpieza profunda de sus cuentas. Y EEUU y la UE, perfectos aliados contra los intereses rusos en Ucrania, ya han brindado su ayuda para diseñar el balón de oxígeno que permita al gigante ucraniano respirar, de momento, sin preocupaciones.
En una cumbre extraordinaria, la Unión Europea ha brindado su mano al país con una ayuda que sumaría 11.000 millones de euros, según ha anunciado el presidente de la Comisión, José Manuel Barroso, «el paquete combinado podría aportar un apoyo global de al menos 11.000 millones de euros en los dos próximos años, del presupuesto de la Unión Europea y las instituciones financieras internacionales basadas en la UE».
Esto significaría 1.600 millones en préstamos y asistencia macrofinanciera, 1.400 millones en concepto de subvenciones, 3.000 del Banco Europeo de Inversiones (BEI) hasta 2016, 5.000 millones de europeos de parte del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), 3.500 millones de euros del Fondo de Inversión de Vecindad y la propuesta de crear un fondo fiduciario con dinero del presupuesto de la UE y fondos bilaterales de los Estados miembros.
Por otro lado, EEUU. En su constante tira y afloja con Rusia desde la época de la Guerra Fría, también ayudaría al país con un subsidio de 1.000 millones de dólares o lo que es lo mismo 720 millones de euros para ayudar al país en la compra de energía después de que el gigante gasístico ruso Gazprom haya afirmado que dejará de vender gas a Ucrania a precio reducido a partir de abril.
Y en la otra cara de la moneda, Rusia. El gobierno de Vladimir Putin quiere a Ucrania de su lado y ofrece comprar bonos y colaborar con ello al rescate del país. Si Ucrania mira más por Rusia que por Europa, Putin le rebajaría el precio del gas en un 30 %.
Las malas cifras de Ucrania
Pese a ser uno de los países con más industria, sobre todo la relacionada con transporte, naves espaciales y armamento, está situado en una de las primeras posiciones a nivel global en la producción de lanzaderas. El sueldo base es de tan solo 104 euros, y el salario mínimo no rebasa los 300 euros al mes. Ucrania necesita una renovación extrema o podría ser, pese a su gran tamaño y sus casi 45 millones de habitantes, el país más pobre de la UE.
Antes de 2007, la bolsa del país registró el segundo mayor crecimiento en el mundo con un aumento del 130 % y la capitalización de mercado fue de 1.118 millones de dólares. Ucrania vivió un crecimiento espectacular del 40 %, muy por encima del de los países de Europa central y oriental.
Hoy en día, Kiev necesita 35.000 millones de dólares (25.000 millones de euros) para evitar la bancarrota. «No tenemos más remedio que adoptar medidas extraordinariamente impopulares», advirtió hace unos días el primer ministro Yatseniuk.
En la actualidad, su PIB es pequeño, de aproximadamente 175,000 millones de dólares. Sus vínculos económicos externos son limitados y también lo es su papel en las cadenas de oferta y demanda a nivel mundial, su moneda tiene poco alcance global, la emisión de bonos del país es relativamente pequeña y no puede prescindir del mercado ruso.
2008 fue para Ucrania el año del hundimiento. Su sistema bancario acusó pérdidas por un monto de 7 billones de hryvnias, o lo que es lo mismo 909 millones de dólares, en el primer cuatrimestre de 2009, en el mismo periodo del año anterior los beneficios fueron de 2.1 billones de hyrnvias. Su balanza comercial tampoco ayuda, es de - 12.538,1 millones de dólares.
El único punto positivo llega desde sus datos de empleo, donde se calcula que solo el 1,9 % de su población no tiene trabajo. Los observadores internaiconales dudan de ese porcentaje que podría haber sido maquillado por el anterior gobierno.