«Africa está de luto, por la pérdida del más grande. La pérdida de un gran luchador de un gran líder de los africanos. Estamos muy orgullosos de tí, que representas los mejores valores africanos» ha dicho la representante de la Unión Africana. «Siempre dispuesto a escuchar y a respetar a todos». Miles de personas han rendido homenaje en el estadio FNB, a uno de los grandes referentes de la historia del siglo XX en el mundo.
Mandela, premio Nobel de la Paz, ha recibido el homenaje el mismo día en que se celebra la jornada mundial de los Derechos Humanos y se otorga el premio Nobel de la Paz. A la misma hora en que se celebraba el acto de homenaje en Johannesburgo, en Oslo se entregaba el galardón a la OPAQ (Organización para la Prohibición de las Armas Químicas). Curiosamente, el día que murió Mandela, el presidente del Comité Nobel, Thorbjorn Jagland, explicó «que al menos por una vez, nadie puede decir que nos equivocamos al darle el Nobel a Mandela». El exlíder sudafricano ha vuelto a estar presente hoy en ese acto, donde se le ha rendido un homenaje.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon lo ha recordado como «uno de nuestros mayores profesores. Sacrificó muchisimo para conseguir libertad e igualdad». Y ha resaltado que «era como el baobab, que alarga sus raíces». Entre las personalidades destaca la presencia de varios expresidente estadounidenses, la presidenta de Brasil y algunos de los líderes africanos más polémicos: el de Sudán y el de Zimbabwe. Entre las ausencias, las del Dalai Lama, que no ha recibido a tiempo, una vez más, el visado de entrada y que ha criticado las inversiones chinas en el continente africano.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho en su alocución, muy aplaudida, «le vamos a echar mucho de menos». Una pregunta ha quedado en el aire ¿Quién recoge su testigo?