Un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) pone de manifiesto que la violencia machista sigue siendo uno de los grandes problemas globales en pleno siglo XXI. Según sus cálculos, el 35% de las mujeres ha sufrido en algún momento de su vida algún tipo de violencia física por parte de alguno de sus compañeros sentimentales. El 7% además se han tenido que enfrentar a una agresión sexual por parte de alguien ajeno a la pareja.
Son agresiones que no hacen diferencias entre ricos y pobres. Así, en las regiones con mayor renta per cápita, como Estados Unidos, Australia, Japón o la Unión Europea, el 23,2% de las mujeres confiesan haber tenido que enfrentarse a algún tipo de situación violenta; «son casi una de cada cuatro», alerta el informe. Aunque la situación es más dramática, si cabe, en los países más desfavorecidos. El 36,6% de las africanas y el 37% de las ciudadanas de países del Este de Mediterráneo, como Irak, Irán, Jordania o Palestina, tienen que hacer frente a las agresiones de sus parejas.
También entre los jóvenes
Una de las mayores preocupaciones para los expertos es la actitud controladora, cada vez más habitual entre los jóvenes. Según datos de la OMS, casi el 30% de las chicas de entre 15 y 19 años reconocen haber sufrido algún tipo de agresión machista. A todo ello habría que añadir otro tipo de violencia con la que las mujeres suelen darse de bruces en todos los rincones del planeta. Y es que la ONU alerta de que todos los años miles de ellas son víctimas de la violencia laboral por cuestión de género, el acoso callejero o la trata de personas.
En un comunicado, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, la vicepresidenta Věra Jourová, comisaria de Justicia, Consumo e Igualdad de Género y Neven Mimica, comisario de Cooperación Internacional y Desarrollo han mostrado su condena ante cualquier tipo de violencia machista. «La discriminación y la violencia contra las mujeres sigue siendo una constante en todo el mundo», han recordado, y es que solo en la Unión Europea una de cada tres mujeres mayores de 15 años reconoce, según un informe publicado este año, haber sufrido algún tipo de agresión física o sexual.
Solo en España, en la última década han muerto víctimas de la violencia de género 756 mujeres; 45 en lo que va de año. Pero para los expertos, que estas agresiones sigan siendo un tabú en la sociedad es una de los mayores obstáculos para erradicarlas. A pesar de que se cumple el décimo aniversario de la Ley Integral contra la Violencia de Género, apenas el 20% de las agredidas lo denuncian, según datos del Observatorio de Violencia de Género; una tendencia que se repite en el resto de países de nuestro entorno.
Prioridad absoluta
«Combatir cualquier tipo de violencia contra niñas y mujeres es un pilar fundamental de los derechos humanos, y seguirá siendo siempre una prioridad para la Unión Europea», aseguran los comisarios en su comunicado con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres. «Estamos financiando proyectos de prevención y también para apoyar a las víctimas», añaden.
Precisamente las secuelas a largo plazo de esta violencia son uno de los factores que más preocupan en el panorama internacional. Aunque los moratones y las cicatrices desaparecen con el tiempo, la OMS advierte de que la mayoría de mujeres maltratadas corren el riesgo de sufrir estrés postraumático, depresión o ansiedad. Además, las probabilidades de sufrir un aborto se multiplican por dos, y las de dar a luz a un bebé de bajo peso se incrementan un 16%.
Por todo ello, la OMS hace este 15 de noviembre un llamamiento para redoblar esfuerzos en la lucha contra la violencia machista, «No es inevitable y se puede prevenir», aseguran. Para ello recomiendan terminar con las desigualdades de género, y condenar determinadas normas sociales que refuerzan la autoridad y el control del hombre sobre la mujer. «Es preciso complementar estas acciones con programas educativos», añaden desde la ONU.
La Unión Europea, por su parte, aprovecha para reafirmarse en su compromiso por la igualdad. «En 2015 formularemos una nueva agenda para lograr la igualdad de género, la eliminación de cualquier tipo de violencia contra niñas o mujeres y la erradicación de cualquier práctica dañina».