La inserción de ciertas cláusulas por parte de Amazon en sus contratos, que requieren que los editores le informen si le dan términos más favorables a cualquier otra distribuidora de ebooks, ha puesto bajo sospecha a la Comisión Europea que ya ha abierto una investigación formal contra la multinacional tecnológica, sobre todo en lo referente a los mercados británico y alemán.
Esta investigación revisará si las cláusulas limitan la competencia y dan a Amazon, el distribuidor más grande de ebooks en Europa, más influencia en el mercado que a otras empresas del sector. Así lo ha expresado Bruselas en un comunicado, «la Comisión teme que ciertas cláusulas hagan más difícil que otros distribuidores compitan con Amazon».
La investigación se centrará en dos tipos de cláusulas contractuales. En primer lugar, están las cláusulas por las que Amazon pretende ser informado de eventuales ofertas alternativas o más favorables realizadas a sus competidores. Y en segundo lugar, el gigante electrónico estadounidense pretende obtener condiciones tan buenas como las de sus competidores.
Sin embargo, desde Amazon se muestran tranquilos y no han tardado en emitir también otro comunicado. «Amazon confía en que nuestros acuerdos con las editoriales son legales y ofrecen los mejores intereses a los lectores (...) estamos ansiosos por demostrar esto a la Comisión y cooperaremos completamente durante este proceso».
Y es que, si en dicha investigación se encontrara algún tipo de delito, Amazon estaría obligado a cambiar sus prácticas laborales e incluso comerciales en todos los países miembros de la UE. Es más, si rehúsa a cooperar, podría arriesgarse a una multa que podría llegar al 10 % de sus ventas globales. Cifras que llegaron a los 89,000 millones de dólares en 2014.
Amazon, que hace poco tuvo que hacer frente a otras críticas procedentes de la UE por canalizar sus ventas a través de Luxemburgo con el objetivo de aprovechar así los bajos impuestos, ya cedió a la presión el pasado mes de mayo y empezó a pagar impuestos en varios países de Europa. En la actualidad, la empresa vende en el Reino Unido, Alemania, España e Italia a través de sucursales establecidas en estos países. Algunos medios de EE.UU., como el Financial Times, defienden que se trata de otro movimiento legal de Europa en contra de las tecnológicas estadounidenses.
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager, ha afirmado que «es mi deber asegurar que los acuerdos de Amazon con los editores no sean dañinos para los consumidores, impidiendo a los otros distribuidores de ebook innovar y competir de forma efectiva con Amazon».
Y es que, la posición dominante de Amazon en Europa es mayor que la tiene en EEUU. Solo en el Reino Unido, por ejemplo, más del 90 % de los libros electrónicos que se venden son de Amazon lo que ha llevado a editores a pedir a las autoridades nacionales de Competencia que investiguen a la multinacional.