La UE colabora estrechamente con los Estados miembros, los países asociados, las organizaciones internacionales y regionales y la sociedad civil para proteger y promover activamente los derechos humanos tanto dentro como fuera de sus fronteras.
La Unión apoya iniciativas para combatir el racismo, la xenofobia y otros tipos de discriminación por razones de religión, sexo, edad, discapacidad u orientación sexual, y se preocupa particularmente por los derechos humanos en el ámbito del asilo y la inmigración. Además, tiene una larga tradición de acogida de personas de otros países, tanto de quienes vienen a trabajar como de los que huyen de sus hogares a causa de guerras o persecuciones.
La Agencia de los derechos fundamentales de la Unión europea (FRA) se creó en 2007 para que las instituciones y los Estados miembros pudieran contar con la opinión de especialistas en el tema.
Se va a celebrar la Conferencia sobre derechos fundamentales 2012, que este año lleva el nombre «La justicia en periodo de austeridad – desafíos y oportunidades para el acceso a la justicia».
En la conferencia se examinarán las políticas existentes, los puntos fuertes y los puntos débiles de los diferentes sistemas judiciales y sus mecanismos de financiación. Según el director de la FRA, Morten Kjaerum, «Los tiempos son cada vez más duros y aumenta el número de europeos que se encuentran en situación de vulnerabilidad (...) en periodo de crisis, aumenta la búsqueda excusas para engendrar sentimientos xenófobos y otras violaciones de los derechos fundamentales», por eso, continúa, hay que «favorecer y no dificultar el acceso a la justicia». Con motivo de la Conferencia se acaba de publicar el nuevo informe de la FRA «Access to justice in cases of discrimination in the EU – Steps to further equality». En el que se analiza la situación sobre el terreno en ocho Estados miembros. Se ha encontrado que hay numerosos obstáculos concretos que deben sortear las personas que acuden en busca de justicia.