La finalidad es mejorar la alimentación de dos millones de personas en seis países
Cuando faltan menos de dos años para que finalice el plazo fijado para la consecución de los objetivos internacionales de desarrollo, acordados en los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), la UE y la FAO han intensificado sus esfuerzos para paliar la lacra del hambre en el mundo por medio de actividades de desarrollo agrícola.
El plan se centra en los pequeños agricultores y sus familias, llegando a abarcar una población de hasta dos millones de personas en seis países, promoviendo alianzas con las agencias de la ONU, los gobiernos y la sociedad civil para asegurar que se puedan lograr los objetivos clave, como la mejora de la nutrición o el apoyo a las políticas agrícolas.
Los casi 60 millones de euros de financiación provienen de una iniciativa de la UE que persigue acelerar el proceso para llegar a cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
«Tan cerca de la fecha límite, cuando todavía hay tanto por hacer, esta importante inversión en agricultura permitirá a la FAO redoblar sus esfuerzos para erradicar el hambre y hacer aún más para ayudar a los países a reducir a la mitad la proporción de personas que sufren hambre para el año 2015», ha afirmado el Director General de la FAO, José Graziano da Silva, ante la Asamblea General de la ONU.
«Me parece inaceptable que en el siglo XXI unos 870 millones de personas sigan pasando hambre y que la desnutrición sea la causa de más de 3 millones de muertes infantiles cada año. Esta financiación pone de relieve nuestro compromiso de intensificar nuestro trabajo sobre el hambre y para alcanzar los ODM», ha sentenciado por su parte el Comisario de Desarrollo de la UE, Andris Piebalgs.
Proyectos en marcha
Entre los proyectos que abarca esta cooperación, hay un énfasis especial en el desarrollo agrícola, para mejorar las condiciones de vida y alimentación de esos dos millones de personas.
En Burundi, por ejemplo, unas 25.000 personas se verán beneficiadas de un proyecto de más de 2 millones de euros centrado en la producción y elaboración de productos alimenticios como la yuca y el maíz, así como en cultivos comerciales como el aceite de palma y el té, en una operación a cuatro años.
Otro de los países destinatarios de este programa es Burkina Faso, donde se busca promover la producción y comercialización de cultivos básicos, como el sorgo y el mijo, así como las verduras y los productos de árboles como el baobab, que cuenta con una financiación de 16 millones de euros y busca mejorar la calidad de vida de más de 500.000 personas.
En Gambia, la FAO y la UE ayudarán a los agricultores a cultivar hortalizas y desarrollar sus habilidades para venderlas en el mercado. Se estima que 70.000 personas se beneficiarán de una operación de 4 millones de euros en tres años.
Por su parte, en Haití se ha puesto en marcha un proyecto que capacite a los agricultores para aumentar la producción de cacahuetes y pescado, a la vez que les enseñan y ayudan a poner en marcha pequeñas industrias agrícolas que desarrollen el tejido industrial del país. Este programa cuenta con un presupuesto de 4 millones de euros y, durante tres años, involucrará a unas 12.000 personas.
Madagascar es otro de los países objetivo dentro de esta cooperación, y allí se destinarán 12,5 millones de euros para mejorar la calidad de las semillas de arroz, coco y batata, así como para un programa de ayuda a la creación de pequeñas empresas por parte de los agricultores. También se quiere rehabilitar la infraestructura de riego y mejorar las instalaciones de almacenamiento para reducir las posibles pérdidas post-cosecha. Unas 750.000 personas se verán beneficiadas de este programa.
En Mozambique, un ambicioso programa de cinco años y 19 millones de euros busca aumentar la producción agrícola, mejorar el acceso de los agricultores a los mercados y enriquecer la nutrición de su población con actividades que van desde el suministro de semillas de calidad y fertilizantes a la formación en cuestiones de salud, higiene y nutrición.
Recuperar la agricultura
La colaboración entre la UE y la FAO no es algo nuevo: la UE es uno de los principales y más sólidos contribuyentes a la FAO, como el «Mecanismo Alimentario de la UE», una iniciativa de mil millones de euros puesta en marcha ante la crisis de los precios de 2008 a 2011, en colaboración con la FAO. Este programa ayudó a mejorar los medios de vida de 59 millones de personas en 50 países.
La UE desempeña un papel clave en la recuperación de la agricultura y la seguridad alimentaria como pilares fundamentales de la agenda de desarrollo internacional, ya que son elementos básicos para el crecimiento y el desarrollo en muchos países.
Recientemente, la UE ha acordado invertir casi 3.500 millones de euros entre 2014 y 2020 en un programa que aumente la resiliencia a largo plazo entre las poblaciones con más riesgo, además de tratar de mejorar la nutrición y la calidad de vida en los países más pobres del mundo.