En Grecia, el salario mínimo mensual, descontadas las cuotas de la seguridad social, es de 600,79 euros y de 500, para los menores de 25 años. En una carta filtrada por la emisora Skai, la troika pide al ejecutivo de Papademus que reduzca el salario mínimo por decreto, si los sindicatos y la patronal no llegan a un acuerdo.
Los sindicatos ya han rechazado la medida de plano y la patronal está dispuesta a mantener el salario mínimo en los términos actuales, pero pide un recorte general de salarios para mejorar la competitividad. La Confederación General de Trabajadores asegura que no hay margen para reducir los sueldos. La patronal del comercio pide, al menos, tres años de congelación salarial y las pymes, una rebaja de las cotizaciones a la seguridad social.
La petición de la UE y del FMI llega, por tanto, en un momento de alta tensión social. Según el Banco de Grecia, casi el 13% de las familias griegas no dispone de ningún tipo de ingresos, ni salarial, ni asistencial. Sin embargo, los planes de austeridad son condición imprescindible para la UE y más después de las desviaciones fiscales del año pasado.
El gobierno griego ha admitido que tendrá que abandonar el euro si no se acuerda de inmediato el segundo rescate acordado por la UE y el FMI, por valor de 130.000 millones de euros, en el que se quiere contar con inversión privada.
Las elecciones griegas para sustituir al gobierno de transición encabezado por el tecnócrata Papademus se celebrarán en abril. Antes de esa fecha, Grecia tiene que hacer frente a los vencimientos de préstamos multimillonarios para los que ahora no cuenta con fondos suficientes.