Las autoridades económicas de la UE tienen previsto pedir este martes al primer ministro chino que acelere la apreciación del yuan. La cotización de la moneda china se ha convertido en el punto más espinoso de la octava cumbre de la ASEM a la que asisten en Bruselas líderes de 48 países de Europa, Asia y Oceanía.
El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, y el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, tienen previsto realizar esta solicitud durante la reunión que celebrarán con Wen Jiabao. La UE entiende que la infravaloración del yuan está penalizando las exportaciones europeas y favoreciendo las de China.
Pekín aceptó una apreciación de su moneda el pasado junio, pero desde entonces sólo se ha revalorizado un 2% frente al dólar. La preocupación por la distorsión que provoca en el mercado internacional no sólo llega de Europa. El Congreso de Estados Unidos ha aprobado la imposición de tarifas a las exportaciones chinas subvencionadas.
La UE de momento no amenaza con represalias porque China da una de cal y otra de arena. Antes de viajar a Bruselas, Jiabao se comprometió en Atenas a apoyar la recuperación económica del país y comprar bonos griegos, como ya lo ha hecho con los españoles.
Sin embargo, cada parte vela por sus intereses y el primer ministro chino también ha venido a Europa con sus propias reividicaciones. Jiabao ha pedido estabilidad en los tipos de cambio de las principales divisas y pide que acaben las medidas de estímulo económico y no se endurezcan las políticas de ahorro. La canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido la posición contraria hasta llegar a la consolidación del crecimiento económico.
Buscar una posición común ante el G20
Con este panorama, se desdibuja el propósito de la cumbre que pretendía coordinar políticas para promover un crecimiento fuerte, sostenible y equilibrado además de restablecer la confianza de los mercados financieros. La idea era –todavía es- llevar una postura común a la próxima cumbre del G20 que se celebrará en noviembre en Corea del Sur. «El G20 ha trabajado bien en la época de crisis. Nos queda un trabajo importante por hacer para evitar que una crisis así se reproduzca», ha dicho el presidente permanente de la UE, Herman Van Rompuy, en la apertura. El primer ministro chino habló de la oportunidad de la cumbre porque «la economía mundial se está recuperando lentamente y aún hace falta eliminar los factores subyacentes de la crisis.»
La ASEM ha reunido a los líderes de la UE y de 21 países de Asia y Oceanía. Por primera vez participan Rusia, Australia y Nueva Zelanda. Todos juntos representan el 58% de la población mundial y el 60% del comercio global. euroXpress