La UE puso la denuncia el pasado mayo, ahora se alía con Japón, Estados Unidos y México y hace un llamamiento para que se unan a otros países que sufren las restricciones para pedir a la OMC que decida y obligue a Argentina a levantar las trabas.
Argentina ha ido imponiendo normas cada vez más estrictas y aleatorias desde que nacionalizó la empresa petrolera YPF. Su intención es ir eliminando los déficit de su balanza comercial. Según el comisario europeo de Comercio Karel De Gutch «Las restricciones de Argentina a las importaciones violan las reglas del comercio internacional y perjudican a las exportaciones de la UE»
Las imposiciones argentinas son las siguientes: desde febrero de 2012, somete a todos los productos que importa a un pre registro y la pre aprobación consiguiente denominados «Declaración Jurada Anticipada de Importación»; cientos de mercancías sufren un retraso considerable o se les niega la entrada por motivos poco claros. Además requiere que las importaciones se equilibren con exportaciones o que no se transfieran los ingresos al extranjero. Aunque es una medida no escrita los importadores argentinos deben aceptarla antes de adquirir cualquier producto.
En 2011 la UE exportó productos a Argentina por valor de 8.300 millones de euros e importó por valor de 10.700 millones de euros.
Argentina frente al mundo
Por su parte Argentina ha denunciado ante la OMC a España y a la UE por restricciones a su biodiésel y a Estados Unidos por impedir la importación desde Argentina de carnes y limones frescos.
España, como respuesta a la decisión argentina de expropiar el 51 % de la petrolera YPF a Repsol, emitió una orden ministerial el pasado abril que limitaba la importación de biodiésel al fabricado en la UE, pero el pasado octubre la dejó sin efecto.
En cuanto a EE UU, el ministro de Asuntos Exteriores de Argentina, Héctor Timerman, dice que mantiene desde hace 10 años la prohibición de importar carne bovina, enfriada o congelada desde Argentina y desde hace once no importa limones frescos.